Los inversores han entrado muy esperanzados en el cuarto trimestre, principalmente gracias al programa de estímulos presupuestarios en Estados Unidos. La suspensión del techo de la deuda y de la votación sobre la financiación de los gastos obligatorios hasta el 8 de diciembre ha despejado el horizonte a corto plazo.

En paralelo, la reactivación de las medidas extraordinarias utilizadas por el Tesoro estadounidense para financiar sus gastos corrientes cuando se alcance el límite de endeudamiento permitirá aplazar la fecha tope hasta mediados de 2018. Aunque queda mucho camino por recorrer, el anuncio de un plan para reformar la fiscalidad de las empresas es un paso en la dirección correcta, al menos para los mercados.

Los bancos centrales de los países desarrollados aprovecharon su reunión de septiembre para transmitir un mensaje positivo sobre el crecimiento y para anunciar una reducción —muy progresiva— de las políticas monetarias expansivas. Prevemos una subida de los tipos de interés de la Reserva Federal en diciembre y tres más en 2018. Sin embargo, si se impulsara el gasto público y se acelerara la inflación, la política monetaria podría endurecerse y ese es un escenario que los inversores no parecen descontar actualmente.

El programa de estímulos presupuestarios en Estados Unidos es una buena noticia para los inversores

El Banco Central Europeo anunciará en octubre qué medidas va a tomar en relación con su programa de compras de activos. Concretamente, se espera una prórroga sumada a una reducción de las intervenciones mensuales. En Suiza, el banco central no tocará los tipos de interés antes que su colega europeo, a pesar de manejar una visión más positiva sobre la valoración del franco suizo.

En las bolsas, el sector de la energía se anotó los mayores avances gracias al rebote de casi el 10% que registró el precio del barril de petróleo. Sin embargo, sigue siendo el peor sector desde comienzos de año, muy por detrás de las empresas tecnológicas. Los sectores más expuestos a las subidas de los tipos de interés, como los servicios públicos y los inmuebles, registraron retrocesos.

Por regiones, la zona euro ha batido a la bolsa estadounidense, mientras que los mercados emergentes han acusado el repunte de los rendimientos y del dólar, si bien los valores de pequeña y mediana capitalización de Estados Unidos avanzaron más de un 6% por las expectativas en torno al plan de estímulos presupuestarios. Los indicadores de actividad han girado al alza en Europa después de una leve caída durante el verano. Los últimos acontecimientos políticos indican también que parece posible que Francia y Alemania entablen una cooperación sólida sobre el futuro de Europa.

Recomendamos apostar por la bolsa europea y, concretamente, por el sector asegurador

En los mercados de renta fija, los rendimientos subieron en las últimas semanas a raíz del tono menos expansivo de los discursos de los bancos centrales. La deuda pública británica se comportó peor que el resto de mercados de deuda pública, que cerraron todos en negativo.

En este contexto global, dentro de nuestra asignación táctica de activos, recomendamos vender las coberturas y sobreponderar la renta variable europea en las carteras. En la asignación a divisas, aumentamos la exposición al euro en las carteras en francos suizos y en la asignación sectorial, infraponderamos los grupos de alimentación y sobreponderamos el sector asegurador europeo. Finalmente, en las carteras en libras esterlinas, aumentamos nuestra infraponderación en deuda pública británica y pasamos a un posicionamiento neutral en la libra frente al euro y el dólar estadounidense.


Raimundo Martín es director general de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica.