El 20 de Septiembre supuso para el llamado “prucés” para los españoles y “procés” pels catalans, un punto de inflexión y la clara visualización de que el Estado no estaba dispuesto a aguantar más. Justo antes de que muchos llegáramos al trabajo la Guardia Civil se personaba en distintos departamentos de la Generalitat de Catalunya e iniciaba largas horas de registro. Especialmente en la Conselleria de Junqueras que, por cierto, se enteró de la detención de su secretario general, Josep Maria Jové, y de su secretario de Hacienda, Lluís Salvadó mientras era entrevistado por teléfono en RAC1.
Aquel 20 la Guardia Civil requisó en casa de Jové una agenda Moleskine repleta de anotaciones que iban de febrero de 2015 a noviembre de 2016. Importante recordar que Puigdemont tomó posesión de su cargo en enero de 2015.
Lo de las libretas y las agendas siempre ha dado mucho que hablar. Para las intimidades aún gana el papel sobre la nube
Lo de las libretas y las agendas siempre ha dado mucho que hablar. Para las intimidades aún gana el papel sobre la nube. Recuerdo especialmente aquella azulada que acompañaba a Aznar a todas partes y que era objeto de deseo de cualquiera que quisiera ser algo en España. También las anotaciones de Bárcenas, las del bigotes, de Millet y tantos otros.
Pero la Moleskine de Josep Maria Jové no contenía ni cifras negras, ni nombres que promocionar, ni relación de beneficiarios. Contenía, contiene según el magistrado Llanera, el relato de la preparación del desafío más importante al que se ha visto sometida España en los últimos 40 años: el procés hacia la independencia de Catalunya.
Dichas notas sirven para complementar otro documento también hallado en el domicilio de Jové titulado EnfoCats (una traducción posible sería EnfoCados). Ahora la Guardia Civil, por mandato judicial y con gran sabor de boca, debe investigar la participación individualizada de cada uno de los asistentes a las reuniones que Jové detalla en esas reuniones y su posible vinculación con el procés. Se buscan más responsables. No vale sólo con el Govern y la Mesa del Parlament. Queremos más. Mucho más.
Desde Catalunya, un País (Región o Comunidad Autónoma) antes querido por todos y ahora cuestionado por muchos todo nos sabe a agravio. Porque la Moleskine contiene intimidades. Transcripciones seguramente reales pero muy de los que estaban allí. Muy de los que creían que nunca se sabría. Muy de los que no se imaginaban que había quién transcribía las reuniones, los compromisos, los comentarios y las citas en una Moleskine.
Pero sí. Ahí estaba Josep Maria Jové anotando cosas, cositas, comentarios, rumores y sentencias. Ahí estaba quién dejaba por escrito lo que ahora Don Pablo Llarena usa como herramienta acusadora.
Sea como sea nadie podrá negar que los del prucés, los indepes, eran, son y siguen siendo de muy buena fe. Lo dejan todo anotado en una Moleskine.
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