Después de tenernos con la lengua fuera este verano y lo que llevamos de otoño, vean cómo se están comportando las bolsas estos últimos dos días: los principales índices europeos gozaron el martes de una de sus mejores sesiones de los últimos meses, aupados de nuevo por el bendito Wall Street cuando empieza la época de resultados empresariales. Además, los principales indicadores norteamericanos son optimistas acerca de la buena marcha de la economía estadounidense, lo que fortalece el comportamiento de las bolsas.
¿Dónde están ahora los temores acerca de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que venían marcando el devenir de Wall Street desde antes de verano? ¿Qué ha ocurrido con los tuits del señor Trump, ya pasan desapercibidos? Y en Europa, ¿ya no hacemos caso a Italia, o es que sus presupuestos con un déficit elevadísimo ya no nos parecen tan preocupantes? ¿Y el Brexit, damos por hecho que al final habrá acuerdo, aunque sea de mínimos, algo que ahora parece imposible?
Más bien creo que estos condicionantes macroeconómicos, que no tienen pinta de solucionarse a corto plazo, tienden a ser "aceptados" por el mercado, con la esperanza de que poco a poco vayan arreglándose por sí solos.
Como ya hemos dicho muchas veces, nos gusta el corto plazo, lo inmediato, los titulares que de repente hacen que las bolsas se disparen o se desplomen… Y en estos momentos, la noticia son los resultados empresariales así que, calendario económico en mano, los inversores calientan motores…
Los inversores esperan como agua de mayo los resultados empresariales para entrar o salir en compañías
Estados Unidos ha empezado con buen pie. Las compañías norteamericanas, sobre todo las financieras y las tecnológicas, están poniendo su granito de arena para que los mercados levanten cabeza. ¿Le seguirá el Ibex 35?
Enagás ha sido la primera en presentar sus cifras, y no han sido muy alentadoras. Veremos qué ocurre en los próximos días, con las energéticas, la banca y las compañías de infraestructuras, que suelen tirar del selectivo. Es ya tradicional que la bolsa española suba o baje dependiendo de lo que haga un solo valor, sobre todo si hablamos de los blue chips (Santander, BBVA, Telefónica, Inditex e Iberdrola).
Los inversores esperan como agua de mayo esta época, la de los resultados empresariales, para entrar o salir en compañías. Aunque los expertos siempre recomiendan combinar compañías cíclicas (aquellas muy relacionadas con el comportamiento de la economía, como banca, eléctricas, construcción…) con otras defensivas (aquellas que se comportan mejor cuando la economía está en fase de descenso, como alimentación, bebidas, farmacia) para mantener una cartera diversificada en cuanto al riesgo, algunos inversores siempre intentan aprovecharse de la volatilidad para sacar el máximo partido.
Como siempre, la clave está en saber cuándo entrar y cuándo salir, cuándo aumentar posiciones y cuándo reducir… Así que, ya saben, aprovechen estas semanas de presentación de resultados, antes de que la irremediable macro vuelva a acapararlo todo.
Laura Sánchez es editora jefe de Investing.com en España
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