Volvamos, por un momento, a la escena: alrededor de 40 hombres encapuchados, portando armas largas, irrumpieron en el hogar de Roberto Marrero, director del despacho del presidente Juan Guaidó. Decir que ocurrió un allanamiento sería malversar lo ocurrido. Irrumpieron, golpearon, destruyeron todo lo que encontraron a su paso. Le sembraron armas. Las imágenes posteriores a los hechos no permiten duda alguna: el objetivo no era solo detener a Marrero. También destruir sus bienes domésticos, desfigurar su hogar, hacer trizas los fundamentos de su vida cotidiana.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El Independiente | El diario digital global en español
- 2 Las revelaciones sobre el Fiscal General revolucionan a Ayuso
- 3 Los claroscuros de la duquesa roja: lesbiana y cercana a ETA
- 4 Comprobar Lotería de Navidad 2024 - El Independiente
- 5 Imane Khelif contra el odio: “Represento a las mujeres del mundo”
- 6 Perdóname, Pedro, por haber desconfiado del fiscal y de tu palabra
- 7 El teniente Lacalle salvó a 500 personas de la DANA en Chiva
- 8 El extraño caso del teléfono vacío
- 9 OpenAI cambia el nombre de su nueva IA por culpa de Telefónica