En Podemos, Echenique estaba entre Stephen Hawking y cafetera de chistes. Su figura, un poco cyborg y un poco bebé centauro, que da ternura y calambre, le hicieron un icono del partido. Echenique tiene el humor y el infantilismo sumados de los bajitos y de los frikis, y además es físico, así que esa sensación de que podía desintegrarte desde su silla con joystick como los malos de James Bond no se te iba nunca de la cabeza. Sobre todo porque solía hacerlo de vez en cuando, desintegrar a alguien en televisión o en las redes, como un robot despiadado, arbitrario y algo surrealista, un robot de South Park o así. Si Rufián usa el silogismo sofista, Echenique usa precisamente el rayo pedorreta de South Park. Y con memes y emojis. Eso hacía que sus intentos de zasca parecieran aún más de Leticia Sabater. O mejor de Ana Obregón, que también es científica.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Moncloa vende su plan de defensa en plena tensión industrial
- 2 Avance de La Promesa del lunes 31 de marzo al viernes 4 de abril
- 3 Sánchez hará lo posible para que Oughourlian no gane en Prisa
- 4 El contacto Oughourlian - Gobierno se perdió hace 9 meses
- 5 El pulso más arriesgado de Conde-Pumpido
- 6 El infierno del único espía del CNI que sobrevivió al atentado de Irak: "No soy un héroe"
- 7 El Supremo espera la prueba "definitiva" del WhatsApp de García Ortiz antes de un mes
- 8 El coronel Tienda, cesado por Marlaska por el 'caso Cuarteles', pasa a la reserva sin ser imputado y tras dos años cobrando sin trabajar
- 9 El renacer de las minas, un negocio de 3.500 millones