La nueva política quería cambiar las cosas porque no funcionaban. No sabían muy bien cómo hacerlo, pero había que cambiarlas, empezando quizá por convertir las cacerolas de fideos del pueblo en campanas de asedio, los políticos en parrillada y la calle en campamento indio. Ahora, algunos se van dando cuenta de que es justamente así, con esa nueva política, con una docena de partidos irritados e irritables, con tantos misioneros salvadores e inflexibles, cuando no se puede hacer funcionar nada, ni siquiera echar a andar el carrusel veneciano del Congreso de los Diputados.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Avance semanal de 'La Promesa' del 24 al 28 de febrero
- 2 Las siete casas que acorralan a Ábalos un año después del inicio del 'caso Koldo'
- 3 'El Ministerio del Tiempo' cumple diez años: todos sus secretos
- 4 En el tercer aniversario de la invasión rusa de Ucrania
- 5 Trump se la juega a Jordania: “Es una declaración de guerra”
- 6 Los 'Golfos de América'
- 7 Avance de 'Sueños de libertad' este lunes 24 de febrero
- 8 Moda Shopping, el centro comercial fantasma (y empapelado) al otro lado del flamante Bernabéu
- 9