Sánchez no está ahí solo, ahogándose solo en el Congreso, como en una pesadilla, en agua de hule y ante mirones quietos. Tiene a la gente, que es lo que importa. El PSOE no junta a nadie en el Congreso, donde Sánchez y su Gobierno parecen niños cantores asomados a la barandilla del coro, a mitad de camino entre un Cielo de ángeles piscineros y el abismo de los pecadores. Sánchez no consigue que lo invistan ni con trampas ni con bandera blanca ni con insultos ni con avisos de cometas destructores. Pero la calle es otra cosa, la gente es otra cosa.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 La labor de zapa de Marruecos en América Latina contra el Sáhara Occidental
- 2 ¿Cuándo se aplicará la reducción de la jornada laboral?
- 3 50 años de 'Señora Azul', el clásico que no fue un éxito: “España se olvida de sus artistas”
- 4 No iba a escribir de la serie de Sorogoyen, pero...
- 5 Marruecos controla 20% del espacio aéreo del Sáhara Occidental
- 6 PSOE apadrina entrada en Internacional Socialista de movimiento saharaui vinculado con Marruecos
- 7 Ucrania acusa a Rusia de lanzar un misil que derribó el avión en Kazajistán
- 8 El discurso del rey: un mensaje de concordia entre trincheras
- 9 El discurso del Rey fue visto por el 62,4% de los espectadores, la menor audiencia desde 2016