¿Cuántos millones más en daños materiales hay que gastar?, ¿cuántos rescates más son necesarios? y lo que es peor, ¿cuántas personas más han de morir para poner freno a los efectos de la gota fría cada año? Dana no ha sido la única culpable del desastre, ni el cambio climático. En un alto porcentaje los responsables de las tremendas inundaciones de estos días lo han sido algunas Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, el Ministerio de Medio Ambiente y el de Fomento, alguna gran empresa constructora y algunos de nosotros.
Hace cinco años se calculaba que las viviendas ilegales construidas en cauces de ríos y ramblas en España eran unas 30.000, hoy esa cifra ha aumentado a las 50.000 viviendas, polígonos industriales, granjas de animales, industrias, campos de fútbol y hasta polideportivos municipales construidos donde sabemos arrasará el agua tarde o temprano.
Hoy en día, la cifra de viviendas construidas en zonas donde sabemos que arrasará el agua tarde o temprano es de 50.000
Solo en la Comunidad Valenciana son 600.000 los hombres, mujeres y niños que viven en zonas inundables, el 12% de la población. Según el Plan de Acción Territorial de Prevención de Riesgos de Inundaciones de la Comunidad, en esas zonas se han construido 327 colegios, más de 1.000 kilómetros de carreteras y 200 líneas de ferrocarril. Sobre esas zonas inundables se han levantado 92 centros sanitarios, varios cuarteles, equipamientos municipales, incluso dos centrales eléctricas (las de Vallat y Sueca) y 29 subestaciones eléctricas más.
Solo hace nueve años que se inauguró el AVE Madrid – Valencia, ¿cómo es posible que 40 kilómetros de esta vía de alta velocidad se construyera sobre zona inundable? Las imágenes de las vías del AVE convertidas en rio profundo y caudaloso, deberían conllevar responsabilidades judiciales a quien lo construyó, en este caso principalmente a FCC.
En un país más democrático y transparente que el nuestro, Esther Koplowitz estaría pidiendo disculpas públicamente y exigiendo responsabilidades a los suyos. También al Ministerio de Fomento hay que exigirle explicaciones de por qué solo en esa Comunidad 1.000 kilómetros de carreteras y 150 líneas convencionales de ferrocarril se inundan, al igual que 500 kilómetros de líneas eléctricas. Pero ni unos, ni los otros, visitan las zonas afectadas en helicóptero, se hacen las fotos de rigor y se van prometiendo ayudas que sabemos nunca llegan a todas las víctimas. Nunca un Presidente de Gobierno o un Ministro de Fomento ha hecho nada distinto a dar su apoyo a los damnificados, nunca han querido resolver el problema de forma preventiva.
La maraña de competencias territoriales tampoco ayuda, lo que se inunda es terreno municipal, pero el causante es el río que depende de la Confederación Hidrográfica y se extiende por la ribera que debe mantener limpia la Comunidad Autónoma. En Andalucía el TSJ dictó en 2015 que era la Junta la que debía limpiar los cauces de los ríos y arroyos en previsión de riadas, pero hasta hoy nunca lo hizo de forma eficaz.
Hace cien años quienes se instalaban en la ribera de un río eran los humildes, las familias más pobres, muchos ganaderos o agricultores. Cien años después se han levantado urbanizaciones turísticas en los barrancos y cuencas de muchos ríos, barrios enteros y casas ilegales por millares. Además de modificar la legislación urbanística, ante todo hay que cumplir la vigente. Y algo que nadie se atreve a hacer: construir más pantanos. Los expertos aseguran que toda el agua que inunda zonas bajas de España cada año con la gota fría, podría reconducirse y acumularse en pantanos construidos ex proceso con ese fin. La zona costera de Barcelona se inundaba cada año hasta que se construyeron inmensos depósitos subterráneos de agua pluvial para acumular esa agua que se utiliza posteriormente para el riego de parques y jardines.
Las provincias más afectadas por este despropósito urbanístico y político son Valencia, Alicante, Barcelona, Tarragona y Málaga. También es nuestra responsabilidad, en España es común comprar y vender viviendas en zonas rústicas o no urbanizables y construir casas prefabricadas en zonas ilegales con amparo de la ley. En ocasiones abemos a lo que nos exponemos, esperando que el cielo no descargue sobre nosotros.
Las provincias más afectadas por este despropósito urbanístico y político son Valencia, Alicante, Barcelona, Tarragona y Málaga
Sin presión social y ciudadana de nuevo esta vez nada va a suceder, y el año próximo o quizá mañana otra gota fría se lleve más vidas humanas y millones de euros en ayudas, por una mala planificación.
Debemos reaccionar o nuestros hijos lo seguirán sufriendo. Me quedo con las palabras de Miguel de Unamuno “los españoles deberíamos tratar de ser los padres de nuestro futuro, en lugar de los descendientes de nuestro pasado”.