Chaves y Griñán fueron dos príncipes gotosos en camas venecianas, flotando sobre la pobreza de Andalucía como Venecia flota en su “tristeza de burdel y claro de luna”, que dijo no sé si Marinetti. Hay también principados de la miseria, edificados sobre la miseria como un palafito, y la Andalucía socialista, la Andalucía de los ERE, fue algo así. El príncipe mísero no llega al lujo, ni siquiera al lujo hortera, que queda para los esbirros, los matarifes de las trascocinas, con sus pelucos de ruso y su coca en vasos de duralex y su elenco de putas para camioneros. El príncipe mísero debe parecer, entre la miseria de su pueblo, simplemente digno, apenas coches acharolados, palacios simbólicos y a lo mejor un orinal con dibujo grácil de sopera para su vejez.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Desaparece un pendrive con la prueba por la que está imputado un alto cargo de Justicia
- 2 El Gobierno: "No se podrán adquirir más abonos con descuento"
- 3 La UCO halla "información de interés" en el Whatsapp de García Ortiz
- 4 El Consejo de Estado avisa a Robles que debe permitir a los militares acceder a puestos OTAN
- 5 La gran sacudida de testosterona de Pedro Sánchez
- 6 Junts y PP tumban el decreto del Gobierno de subida de las pensiones
- 7 Hamás emerge de túneles tras 15 meses de bombardeos israelíes
- 8 ¿Podría haber un ERE si Indra y Telefónica se fusionan?
- 9 Comisión Europea admite que acuerdo de aviación con Marruecos no incluye el Sáhara