Una de cada tres mujeres en Europa ha experimentado algún tipo de violencia sexual en su vida. Una de cada 20 ha sido violada, según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Y, cada día, 137 mujeres alrededor del mundo mueren a manos de sus parejas o de un miembro de su familia.
España no es excepción. En nuestro país, en lo que va de año, 51 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas y son ya 1027 las asesinadas víctimas de la violencia de género desde 2003, año en el que comenzamos a tener datos oficiales. A estas cifras hay que sumar los tres menores asesinados en lo que llevamos de 2019 a consecuencia de la violencia machista.
Detrás de cada cifra, hay un nombre. Y detrás de cada nombre hay un terrible drama, un inmenso dolor
No debemos acostumbrarnos a las cifras. Porque detrás de cada cifra hay un nombre; y detrás de cada nombre hay un terrible drama, un inmenso dolor, el grito y el silencio de unas vidas que ya nunca serán como antes. Ahí, detrás de cada cifra en abstracto, hay madres que todos los días, al despertar, lo primero que hacen es recordar esas vidas; padres que se preguntarán, hasta el final de sus días, “¿por qué mi hija?” Hay hijos e hijas huérfanos, condenados a vivir sin el amor y las caricias de sus madres por un padre homicida y verdugo de su tragedia.
No son cifras: son vidas. Y si cada 25 de noviembre recordáramos todos sus nombres, llenaríamos muros. Enormes muros de dolor, pero sobre todo de vergüenza, de la vergüenza de una sociedad que no sabe defender la vida de sus niñas y de sus mujeres.
Por eso hoy, 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, debatimos en el Parlamento Europeo una resolución sobre “Adhesión de la Unión Europea al Convenio de Estambul y otras medidas de lucha contra la violencia de género”. Lo que hoy estamos haciendo es exigir que no se aplace más tiempo la ratificación por parte de todos los estados miembros de la UE de la Convención del Consejo de Europa para la prevención y la lucha contra la violencia dirigida contra las mujeres, conocido como Convenio de Estambul.
El Convenio de Estambul es muy importante. Se trata del primer instrumento internacional legalmente vinculante en este ámbito. Fija una serie de medidas para combatir este tipo de violencia, apoyar a las víctimas y castigar a los autores. La UE lo firmó el 13 de junio de 2017, pero siete países miembros todavía no lo han ratificado: Bulgaria, Chequia, Hungría, Lituania, Letonia, Eslovaquia y Reino Unido. La adhesión de la UE al Convenio no exonera a los Estados miembros de la ratificación a nivel nacional. ¿Qué están esperando esos países, qué estamos esperando todos?
La violencia de género debe añadirse a la lista de crímenes del ámbito de la Unión Europea incluidos en el Tratado
Con esta resolución parlamentaria desde Estrasburgo, desde la sesión plenaria del Parlamento Europeo, queremos hacer un llamamiento tajante, contundente, a la nueva Comisión que votamos mañana, 26 de noviembre: le pedimos a la presidenta electa de la Comisión, Ursula von der Leyen, que se comprometa a respetar las promesas hechas en julio también en Estrasburgo: que la Unión Europea se adhiera al Convenio de Estambul con la ratificación de todos sus estados miembros; que se diseñe cuanto antes una estrategia europea para combatir la violencia contra la mujer con un instrumento jurídicamente vinculante; y que la violencia contra las mujeres se añada a la lista de crímenes del ámbito de la Unión Europea incluidos en el Tratado.
Hay que trabajar en todo esto desde hoy mismo. No podemos esperar un día más. No queremos una víctima más, no queremos una mujer menos. Las queremos vivas y libres de violencia.