Una de las primeras palabras de mi hijo fue chuchuwa. O algo que sonaba parecido. El hilo musical de las guarderías es de los Cantajuegos y las únicas frases completas de Javi, que tiene solo dos años, son estribillos de sus canciones.

En cuando le ato en el coche señala el salpicadero y mi Spotify ya me recomienda más El patito cua cua cua que cualquier canción con subordinadas. Incluso me he pillado a mí misma cantando la taza y la tetera por el metro.

Por eso, llevo varios días huyendo de los anuncios del concierto de los miembros de Cantajuegos este domingo. No pinches, no veas la hora, no compres las entradas que te vas a pasar toda la tarde entre padres que chillan y niños que gritan.

Pero claro, al final le das porque para él es como para ti un concierto de Iván Ferreiro, Xoel López y Pj Harvey -todos a la vez-, y acabas pagando 28 euros por entrada en una zona normalita, la buena eran 40 pavos. Y hasta te sientes mal por eso.

Ellos solo irían si los cantajuegos se callarán de una vez

Y lees que son 80 minutos seguidos, porque es el Tour de Navidad y van a cantar todas las canciones. Entonces, llamas a un par de amigos con hijos. "Oye, veniros, va a estar guay", y te contestan que ellos solo irían si los cantajuegos se callarán de una vez. Y vuelve tu egoísmo y piensas que en qué momento le has dado a pagar, qué menuda pasta, menudo rollo y que tienes 30 años y tus amigas el domingo estarán tomando cañas mientras tú "dedos arriba, chuchuwa".

Pero claro, le vas a buscar a la guardería, le sientas en el coche, señala el salpicadero y en cuanto suena la música se mueve como loco.

Brazos arriba, piernas contra la silla sin control, gritos con las terminaciones de las frases y "mamá, otra vez, otra vez". Y te das cuenta de que al final estos tipos te caen hasta bien, que por mucho que te empeñes en que le gusten otras canciones nada supera a "cómo me pica la nariz". Que por lo menos esta vez no es el musical Disney sobre hielo, que todo podría ser peor.

Una de las primeras palabras de mi hijo fue chuchuwa. O algo que sonaba parecido. El hilo musical de las guarderías es de los Cantajuegos y las únicas frases completas de Javi, que tiene solo dos años, son estribillos de sus canciones.

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