No será lo mismo que en la presentación de su pacto con Pablo Iglesias, con esos besos con las patillas y esos abrazos enredando los sables, como la pedida de mano de dos cosacos. Ya sin pasión, ya sólo con protocolo y pereza, ofreciendo la mano blanda de las infantas o los párrocos, entrenadas para dar un tacto de paloma gordezuela y calenturienta de su fe, Sánchez recibe a Casado y luego a Arrimadas. La gente dice que eso no sirve para nada, pero yo creo que poner la mano floja e ir haciendo fila de fieles o infieles ante ella le sirve a Sánchez igual que al cura, a la infanta o a esos santos de besamanos, ya con escorrentía, a los que el sacristán les limpia con un pañuelito de tísico la saliva de enfermedad y puchero de la última señora. Es decir, le servirá para hacer de farol de poder (en su sentido de fanal y de bluff), para ir construyendo mitología y para ir templando la mano al beso y el beso a la mano, o sea templando el poder a su dueño.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Mohamed VI: Radiografía de 25 años de reinado en Marruecos
- 2 Convocatoria oficial de la Selección Española de fútbol para los Juegos Olímpicos de París 2024
- 3 Las meteduras de pata de Kamala Harris que llevaron al traste su campaña en 2019
- 4 Trump sufre para dar la vuelta a una campaña enfocada en la edad de Biden
- 5
- 6 Has soñado con un familiar fallecido: te explicamos los motivos
- 7
- 8 Dimite la directora del Servicio Secreto por los fallos en el atentado a Trump
- 9 Cuándo es la ceremonia de inauguración Juegos Olímpicos París