Es fácil reprochar a los responsables políticos los posibles errores en la gestión de una crisis sanitaria a la que nunca nadie en todo el mundo se había tenido que enfrentar. Y es fácil porque no hay nada más cómodo que ver los toros acodado en la barrera mientras se juzga al torero que se está jugando la vida delante del morlaco y al que se puede instar, sin riesgo alguno para la propia integridad física del observador, a que se arrime más al toro porque está colocado demasiado lejos para el gusto de ese aficionado. Pero para hablar y exigir con un mínimo de autoridad conviene ponerse en el pellejo del que va a realizar la faena.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Telefónica no cedió a la presión de Sánchez para defender la causa de Begoña Gómez
- 2 'El Ministerio del Tiempo' cumple diez años: todos sus secretos
- 3 La cocaína navega por el Guadalquivir
- 4 Trump se la juega a Jordania: “Es una declaración de guerra”
- 5 La larga lista de falsos infiltrados que ETA asesinó
- 6 Las siete casas que acorralan a Ábalos un año después del inicio del 'caso Koldo'
- 7 Junts ordena silencio tras el primer comunicado del verificador
- 8 Raúl Verdú, PLD: "Somos mejores que SpaceX en algunas cosas"
- 9 Avance de 'Sueños de libertad' este lunes 24 de febrero