Iglesias se balancea en el cargo, su vicepresidencia de sopitas y duros de marquesa (él es el marqués, con todo el Estado de hacienda), como una niña rica de columpio y trenzas de oro. En una época de tirantes, se estiraría los tirantes. Ahora, con un Gobierno tan débil, a Iglesias sólo le queda pavonearse e inventarse guerras contra generales de rotonda con chorreras de palomo y aristócratas del Prado como majos de Goya. Balanceándose como una actriz tirolesa, a Cayetana le sacó lo de “señora marquesa” con retintín jacobino y a Iván Espinosa de los Monteros lo de un golpe de Estado que, aseguró, los de Vox quieren y no se atreven a dar. La cadencia de violetera en el meneo y en las palabras lo que querían decir, por supuesto, es, en el primer caso, “el marqués soy yo” (por clase y por poder real), y en el segundo, “nosotros sí nos estamos atreviendo a dar el golpe”.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El Consejo de Estado avisa a Robles que debe permitir a los militares acceder a puestos OTAN
- 2 La gran sacudida de testosterona de Pedro Sánchez
- 3 Hamás emerge de túneles tras 15 meses de bombardeos israelíes
- 4 ¿Podría haber un ERE si Indra y Telefónica se fusionan?
- 5 La UCO halla "información de interés" en el Whatsapp de García Ortiz
- 6 Sindicatos y CEOE advirtieron al Gobierno sobre el decreto de pensiones
- 7 El Gobierno dispara la recaudación por impuestos más de un 8%
- 8 Endesa, Naturgy e Iberdrola acusan al Gobierno de asfixiar su negocio nuclear con un 70% más de impuestos
- 9 Cómo será relación de Tump y Maduro: petróleo migrantes droga