Dice la leyenda, que en 1907 el explorador polar Ernest Shackelton, publicó en el periódico The Times un anuncio buscando tripulantes para su expedición a la Antártida. La oferta de empleo rezaba lo siguiente: "Se buscan hombres para un viaje peligroso. Paga reducida. Frío intenso. Largos meses en la más completa oscuridad. Peligro constante. Es dudoso que puedan regresar a salvo. En caso de éxito, recibirán honores y reconocimiento".

Hay que reconocer que el mundo de los grandes exploradores quedó atrás hace ya mucho tiempo y en parte es porque cada vez quedan menos sitios por descubrir. Pero por suerte, sigue habiendo espacio para aventureros dispuestos a ir más allá de los límites establecidos y atreverse a la mayor de las épicas hazañas que un hombre pueda vivir hoy en día: pensar por sí mismo.

Para muchas personas pensar por sí mismas es un verdadero desafío, una verdadera "Misión de audaces", lo que resulta paradigmático sobre todo en un mundo con fácil acceso a ingente cantidad de información acerca de la realidad que vivimos y hemos vivido.

Para muchas personas pensar por sí mismas es un verdadero desafío"

Aparentemente hay dos motivos fundamentales que lo convierte en un viaje turbulento y azaroso. Por un lado, se encuentra el enorme esfuerzo que a veces se requiere para ello, pues primero estamos obligados a discernir de entre una maraña de referencias aquellas que resultan relevantes – y no digamos ya, fiables -. Posteriormente, debemos contrastar los datos y lo más importante, cuestionarlo todo sin excepción, tratando siempre de posicionarnos en los zapatos de otros y ver el mundo desde distintos ángulos.

Por otro lado, está la necesidad de pertenecer al rebaño, por qué esforzarnos cuando ya hay otros dispuestos a contarnos el mundo tal y como es.

Seguro que han oído hablar de la presión de grupo, pero ¿son conscientes de todo su poder? ¿Han visionado la famosa escena de las carpetas verdes y rojas que aparece en Merlí una conocida serie de televisión? Les invito a indagar en los experimentos de Asch y a comprobar cómo las personas se ven condicionadas en sus respuestas a cuestiones muy sencillas y evidentes frente a la mayoría.

En dichos estudios se pedía valorar la longitud de varias líneas muy diferentes entre sí. Los participantes acertaban sin problema cuando realizaban el ejercicio a solas, pero hasta un 75% de ellos cedía en alguna ocasión si estaban frente a una mayoría que daba otra respuesta.

La evolución de nuestra sociedad radica en el intercambio, entre otras cosas de información. Un mundo globalizado donde sólo exista una única forma de pensamiento nos lleva inexorablemente a involucionar como sociedad y a revivir momentos de la historia no tan lejana que pensábamos imposibles de resucitar.

Es imprescindible preservar la libertad de expresión a toda costa, aunque se pueda herir los sentimientos de alguien (imposible de evitar por inabarcable, ya que cada uno siente a su manera).

Un mundo globalizado donde sólo exista una única forma de pensamiento nos lleva inexorablemente a involucionar como sociedad"

Esta libertad permite cumplir con la obligación moral de compartir el conocimiento y hacer de nuestra sociedad un lugar mejor. Por desgracia, esta labor hoy en día reside en la determinación de personas con caracter y libertad de pensamiento que estén dispuestas a salirse de los moldes. Debiendo asumir un alto coste personal por ello mientras otros se aprovechan encajando en la manada.

Resulta paradigmático que en una sociedad que pensamos más tolerante, en plena era de la información y de las redes sociales, reine cada vez más el pensamiento único. Ahora atreverse a pensar por uno mismo e ir en contra de lo políticamente correcto o comúnmente aceptado es, en el mejor de los casos, ser un reaccionario.

No hace mucho tiempo, aquellos que iban contra lo establecido eran lo opuesto, adivinen: revolucionarios.

Dice la leyenda, que en 1907 el explorador polar Ernest Shackelton, publicó en el periódico The Times un anuncio buscando tripulantes para su expedición a la Antártida. La oferta de empleo rezaba lo siguiente: "Se buscan hombres para un viaje peligroso. Paga reducida. Frío intenso. Largos meses en la más completa oscuridad. Peligro constante. Es dudoso que puedan regresar a salvo. En caso de éxito, recibirán honores y reconocimiento".

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