Lo de Olentzero es como si los regalos de Navidad te los trajera el Macario de José Luis Moreno, pero quiénes somos nosotros para juzgar a las razas superiores. De Oriente llegan magos con barbas de cometa, del norte llega un Santa Claus hecho de bizcocho de nieve y del País Vasco llega un montuno precristiano, carbonífero, borrachuzo pero civilizador que les enseña a los niños, a la vez, qué es la Navidad y qué es la democracia: o escriben en euskera o se quedan sin regalos. Suena a chantaje, a impuesto revolucionario, pero debe ser la Navidad democrática. Por las maneras y por el razonar, uno diría que ese Olentzero alpargatoso, tiñoso, raposo, rastrojero y extorsionador podría ser Otegi. Es una pena que justo cuando Otegi/Olentzero iba a bajar de los montes para regalarnos la democracia de verdad, llegue el Tribunal Supremo y le regale a él un nuevo juicio igual que unas Navidades españolísimas de Raphael, con su tamborilero, su Doña Manolita y su Guardia Civil.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Desaparece un pendrive con la prueba por la que está imputado un alto cargo de Justicia
- 2 El Consejo de Estado avisa a Robles que debe permitir a los militares acceder a puestos OTAN
- 3 ¿Podría haber un ERE si Indra y Telefónica se fusionan?
- 4 Junts y PP tumban el decreto del Gobierno de subida de las pensiones
- 5 La gran sacudida de testosterona de Pedro Sánchez
- 6 El PP presenta una propuesta de subida de las pensiones del 2,8 y prepara otras sobre la Dana y el transporte
- 7 Mediaset devuelve a Ana Rosa Quintana las mañanas tras el fracaso de 'TardeAR'
- 8 La UCO halla "información de interés" en el Whatsapp de García Ortiz
- 9 Hamás emerge de túneles tras 15 meses de bombardeos israelíes