Sosos aciagos, bobos con talante, gafes con ramillete, inútiles afables, funestos abanicadores del desmayito rococó... Va a haber que reivindicar al iracundo, al encendido, al apasionado, al fuerte, al que grite, al que se cabree o incluso llore como lloró Merkel, grande y triste como una tahonera grande y triste. Va a haber que reivindicar al vehemente, al impetuoso, al faltón, porque los educados y los modositos, los de voz y ropa de gorrioncillo, se van del ministerio de Sanidad en el pico de la pandemia, con una de las peores gestiones del mundo a cuestas, y además le aseguran a su sucesora que va a “disfrutar”.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 No iba a escribir de la serie de Sorogoyen, pero...
- 2 El CNI dice que el espía acusado de traición dio un "rollo de papel"
- 3 A Sánchez tendrán que sacarlo en un bloque de hielo
- 4 Las pensiones mínimas y las no contributivas, por debajo del SMI
- 5 Sánchez persiste en la polarización extrema
- 6 Imane Khelif contra el odio: “Represento a las mujeres del mundo”
- 7 Se afianza la idea de un escenario de generales con andaluzas
- 8 “No entiendo que haya cristianos en España que apoyen a Israel”
- 9 Sánchez elogia a Mohamed VI y defiende a Marruecos en UE