Sánchez e Iglesias ni se cruzaron en el Senado, cámara por la que pasan los dos como Echenique ante el Rey, entre la desgana y el repostaje. Yo creo que tendrían que haber comparecido de la mano, ellos que son como carne matrimonial. Lo que nos vaya a pasar ahora en el país es básicamente lo que les pase a ellos, matrimonio aciago, tonante y wagneriano que decide nuestros destinos, así que separar sus comparecencias era como separar al Dúo Dinámico o a Los Pecos para una entrevista. La pareja se espació mucho, con una distancia alegórica, y el Senado, que parece una cocina recién montada, lo hizo más frío aún. Ellos, creo, lo agradecieron. Durante sus discursos iban a demostrar mucha más proximidad y al menos así les quedaba esa lejanía de western que siempre deja el ujier.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Los claroscuros de la duquesa roja: lesbiana y cercana a ETA
- 2 La España nuclear enfila el apagón: 60 pueblos sin reactor ni futuro
- 3 Muface: las novedades del contrato que ultima el Gobierno
- 4 Sánchez, ridículo imborrable
- 5 Las revelaciones sobre el Fiscal General revolucionan a Ayuso
- 6 Imane Khelif contra el odio: “Represento a las mujeres del mundo”
- 7 Podemos allana el camino para el regreso de Irene Montero
- 8 Viajeros de un tren de Renfe rompen la ventanilla por humo
- 9 Los mejores disfraces caseros para Halloween 2023: 'hazlo tú mismo'