Ignacio Aguado, político traslúcido, de visillo, que parecía sólo asomarse tras los jarrones de Ayuso, descolocado de lugar, de partido, con un cargo olvidado, como el de un antiguo embajador, o un cargo postizo o a medias, como alguien con las alas del frac cortadas; Aguado, decía, mimo en el gobierno madrileño que sostenía siempre como un ramo para nadie en el lugar equivocado, llora como en su boda sin boda, su moción de censura sin moción de censura, con su medio frac y su medio ramo. Aguado se lamenta en Twitter con agonía primaveral y pubescente, con llanto desahogado de deshielo, de que a Cs se lo han cargado los medios, los grandes poderes que quitan y ponen tertulianos y verdades, los del bipartidismo como las Columnas de Hércules. La verdad es que no hace falta ninguna conspiración porque Cs se ha matado solo y locamente, como con su exprimidor de naranjas. Además de que resulta curioso que se vayan pareciendo tanto ya a la Banda de Sánchez que recurran a ese puchero de Podemos contra el Ibex y los directores de periódico con tirantes de Fraga.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El Consejo de Estado avisa a Robles que debe permitir a los militares acceder a puestos OTAN
- 2 La gran sacudida de testosterona de Pedro Sánchez
- 3 Hamás emerge de túneles tras 15 meses de bombardeos israelíes
- 4 ¿Podría haber un ERE si Indra y Telefónica se fusionan?
- 5 La UCO halla "información de interés" en el Whatsapp de García Ortiz
- 6 Sindicatos y CEOE advirtieron al Gobierno sobre el decreto de pensiones
- 7 El Gobierno dispara la recaudación por impuestos más de un 8%
- 8 Endesa, Naturgy e Iberdrola acusan al Gobierno de asfixiar su negocio nuclear con un 70% más de impuestos
- 9 Cómo será relación de Tump y Maduro: petróleo migrantes droga