Es Ley de vida que a los mayores siempre les (nos) ha parecido mal algunas de las cosas que hacen las generaciones posteriores. No sería la primera vez que oigo o leo comentarios que no aprueban las “nuevas formas” de ligar de los adolescentes de esta década. Ya no solamente porque abren una app y juegan a ser Dios (sí, no, no, no, sí) sino por el nivel emocional de las conversaciones.
- Molas
- LOL
- En serio, tía, me estoy “crusheando”
El pasado sábado dejé correr la melancolía al calor del algoritmo que predice mi estado de ánimo y mis preferencias. Y tuvo mi altavoz inteligente el enorme acierto de traer a este marzo de 2021 una canción dulce con sabor country que sonó en las radios durante los primeros años 80. Y creo firmemente que debe estar en esta nuestra variada lista, tan independiente como para albergar todo tipo de estilos.
La ternura de una situación sencilla y preciosa, propia de un bar de carretera en algún pueblo perdido de la Norteamérica profunda, puede tener tanta belleza…
Uno de los seres más carismáticos de la música de los 70 y los 80 nació tras perder un ojo en un accidente
La historia real comienza con un accidente, que fue reflejado en la prensa local de Oregón en 1967. Un leñador con inquietudes artísticas perdía un ojo al chocar el coche en el que ocupaba el asiento del copiloto contra un guardarrail junto al río Columbia. Por lo visto la culpa la tuvo el soplete con el que tuvieron que cortar el metal que inmovilizaba su cabeza. Tras un año en el hospital y un parche para siempre, Ray Sawyer se replanteó su vida y dejó de ser leñador. Pensó que combinaría bien en las audiciones con un sombrero de Cow-boy, y así nació uno de los seres más carismáticos de la música de los 70 y los 80: Dr. Hook. Sí, por aquello del pirata, claro.
Si bien es cierto que no se destacó por unas enormes cualidades vocales, supo encontrar el punto de marketing perfecto que consiguió que su grupo sonara a todas horas en el vasto sur norteamericano, y en algunas ocasiones, incluso en nuestras nacientes efe emes. Alguien recordará When You're in Love with a Beautiful Woman (Cuando estás enamorado de una mujer bonita) y una merecida portada en la revista Rolling Stone en 1972.
Emociona la sencillez y el respeto con el que aquí el cantante del grupo del pirata se acerca a una dama solitaria en la barra de ese bar del medio oeste:
Si no te importa, ¿puedo sentarme aquí a tu lado?
Si te parezco atrevido es porque me gustaría saber si te sientes tan sola como yo
… y si quieres compartir la noche conmigo
O que la mañana siguiente nos pille aquí mismo, donde estamos.
Añade, como no, la correspondiente invitación a bailar.
En fin. Me resisto a creer que no hay sitio en nuestros días para el respeto y la educación a la hora de mostrar sincero interés por alguien. Esta canción de 1978 expresa como en pocas ocasiones esa dulzura que, por supuesto vía whatsapp, el “crush” de turno no sabe dar. Llámame clásico.
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