Sánchez se apareció entre resurrecto y pasado por la pelu (sus canas van y vienen del color abuela al color mueble bar de abuela) para declarar que ha vencido al virus, otra vez. Sánchez ha hecho de la pandemia un acontecimiento circular, pascual, casi astronómico, entre el solsticio, la estrella de Belén, las mareas de Santiago y las lunas sangrientas. El virus se vence al menos un par de veces al año y se le hacen hogueras de sillas viejas en las plazas y de titulares pasados en la Moncloa. Sánchez suele vencer al virus antes de las vacaciones o antes de unas elecciones, momentos en los que el sumo sacerdote con casulla skinny proclama “la derrota”, “el control”, “el principio del fin” y cosas así, con mímica de limpiador de auras o de casas encantadas. La derrota del virus siempre es épica pero momentánea, como cuando se lucha contra el Diablo. La lucha, por supuesto, no termina nunca, y ahí está el negocio.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Sánchez será el cuarto presidente que declare como testigo
- 2 De la amistad al resentimiento: así se degradó la relación entre Obama y Biden
- 3 Puente medió con Marruecos para que Alsa cobrase una deuda
- 4 El juez cita a Pedro Sánchez como testigo para que declare en Moncloa sobre el caso de Begoña Gómez
- 5 Convocatoria oficial de la Selección Española de fútbol para los Juegos Olímpicos de París 2024
- 6 Vodafone cubrirá el 70% del ERE con bajas voluntarias
- 7 La caza sin cuartel de Mohamed Deif, el jefe militar de Hamás que sobrevivió a siete ataques
- 8 Guerra civil en La Coruña por la designación de Riazor como sede del Mundial 2030
- 9 Biden se retira: buena noticia para los demócratas; buena noticia para Europa