Cuba, aquí, sigue siendo como el oriente comunista de pies desnudos y cestillos, de bicicletas voladoras y barbas acebolladas como cúpulas, o sea un cuento que aplaca la miseria y la tiranía con romanticismo de lamparitas mágicas. Aquí el comunista era sobre todo sovietista, y por la acerería, la imprenta o la viña nos salían paisanos con bigote ruso y sotana, como curas de Lenin o San Cirilo. Pero esto era para el proletariado de verdad, gente de sabañón y apero. Luego, el izquierdismo fetén, universitario, rebelde de padre franquistón y primeras películas francesas, tiró más para la revolución cubana, que estaba entre la política y las vacaciones, que era un comunismo de oasis, de postal, sin tundra y sin orejeras, un comunismo arremangado y de cocotero que parecía edénico frente al comunismo de galera metalúrgica de la URSS.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Los grandes capos de la droga se esconden en Dubái
- 2 SDLE: los hermanos Estrella venden la empresa tras vender drones a Libia
- 3 El PP va "con todo" contra Teresa Ribera: pedirá votación secreta
- 4 “Marruecos ataca a España pero no puede declarar la guerra”
- 5 Poliamor, el secreto a simple vista de los famosos
- 6 Casi cuatro de cada 10 funcionarios de Muface están jubilados
- 7 Marruecos, el vecino incómodo
- 8 El PSOE pide a Sánchez "cambios profundos" en el partido de cara al congreso
- 9 Marruecos: Mohamed VI reaparece de compras en París