La RAE ha presentado las nuevas incorporaciones de su diccionario, que uno imagina que se deciden en una especie de Juicio Final de Doré con Reverte haciendo de arcángel con espada o abrecartas. Las ha presentado Paz Battaner con un poco de susto, como si una dama victoriana presentara una bombilla. Battaner hasta se atrancó con “geolocalización” y parecía esos abuelos que se atrancan con Alexa. En realidad la RAE llega siempre tarde a las palabras, como si las trajera un correo del zar, y todas, hasta las más nuevas, le suenan a gramófono y a susto de primer gramófono. Cachopo, pifostio o poliamor sonaban igual, a académico dándoselas de cheli, porque no hay manera de que un académico quede académico trayendo palabras de la calle como si trajera a una florista. A veces, incluso, las palabras llegan ya pasadas de moda, o llegan ellos pasados de modernos y se les queda un bluyín ahí, como un tatuaje vergonzante de una noche loca de académico.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El inspector jefe de los 20 millones se reunía al lado de la Jefatura
- 2 El jefe de policía detenido guardaba dinero bajo la caseta del perro
- 3 La manta de la que puede tirar Aldama
- 4 La mujer de Aldama, clave en el blanqueo de capitales de la trama
- 5 La narcolancha que mató a dos británicos en Murcia venía del taller y pertenece a marroquíes
- 6 Momento Aldama en el Congreso
- 7 Dueño de un negocio ilegal y falso cónsul: así es Víctor de Aldama
- 8 Aldama, lavativa de la cárcel
- 9 Sánchez llama "personaje" a Aldama y dice que su testimonio "es categóricamente falso": "Su estrategia de defensa es la mentira"