Una vez más, me veo en la obligación de escribir sobre un asunto que me resulta especialmente doloroso. Lo es, por mis vivencias, y por los horrores que he tenido oportunidad de escuchar durante años, a través de cientos de testimonios, de chicos cuyas vidas se han visto devastadas. Niños que han soportado la crueldad y el abuso más vil y miserable por parte de quienes, teniendo la responsabilidad de tutelarles, espiritual y educativamente, han abusado de ellos o los han sometido a las más despreciables vejaciones y abusos sexuales. Este humilde artículo pretende ser, además de un grito y una denuncia, un homenaje a todos cuantos han sufrido abyectas violaciones por parte de curas y prelados miserables a quienes otro, en este caso el obispo de Tenerife, se empeñan en defender.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Muface: las novedades del contrato que ultima el Gobierno
- 2 Comprobar Lotería de Navidad 2024 - El Independiente
- 3 Imane Khelif contra el odio: “Represento a las mujeres del mundo”
- 4 Las revelaciones sobre el Fiscal General revolucionan a Ayuso
- 5 El teniente Lacalle salvó a 500 personas de la DANA en Chiva
- 6 Perdóname, Pedro, por haber desconfiado del fiscal y de tu palabra
- 7 Los claroscuros de la duquesa roja: lesbiana y cercana a ETA
- 8 La historia detrás del 'segundo Gordo' que se ha cantado por error
- 9 El extraño caso del teléfono vacío