Al final, a Eurovisión no irá esa teta de madre, de manualidad con lentejas del día de la madre; esa teta antiestrés elevada como a ópera de José María Cano, o sea lo de Rigoberta Bandini. Tampoco irá esa muñeira siniestra de las chungas Tanxugueiras, que yo creo que era un conjuro para que de aquel tambor o marmita que golpeaban saliera un ser no muerto, reptando entre brumas y caracoles. No, irá otra cosa, algo que parece hasta normal, lo de Chanel, o sea bailoteo sensual con estilo de discoteca con lámpara de araña o de descapotable de Miami también con lámpara de araña. Digo normal porque no parece Macbeth ni parece la función de fin de curso de las niñas de El resplandor. O sea, es sólo música mala. Pero aquí nada es ajeno a la política y ya tenemos sindicatos como CCOO y partidos como Podemos o BNG denunciando una gran conspiración alrededor de Eurovisión, que es como una gran conspiración alrededor de los autos de choque del barrio.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El dueño de Sargadelos anuncia el cierre de la fábrica
- 2 Otra actriz de La Promesa se marcha y defiende a sus guionistas
- 3 Trump levanta una muralla a Europa y China, pero exime del castigo a Rusia
- 4 ¿Mallorca se está quedando sin chinos?
- 5 Digi estudia ofrecer más deporte en su TV: ¿fútbol 'lowcost'?
- 6 Las 10 mejores desbrozadoras relación calidad-precio del 2024
- 7 Hiperhidratación: ¿se puede morir por beber mucha agua?
- 8 La Fiscalía pide seis años y medio de cárcel para el teniente coronel Oliva
- 9