Gerard Piqué ya es más empresario que futbolista, yo creo que él ya va a jugar al fútbol como los cuñados con pancita playera, en domingos de pachanga, botellín y flato. Piqué es un hombre de negocios, lo que pasa es que nos cuesta verlo así porque nos viene con zapatilla bocona, con capucha o con la gorra para atrás, como esos influencers de pajilleros que hay por ahí, todos millonarios en ganchitos de queso o algo así. Piqué es un hombre de negocios, y además del negocio más puro de España, que no fabrica ni transporta nada, sólo el propio dinero, primigenio, alado, gracioso, carismático, o sea algo que es como la teología o la aristocracia de los negocios. El empresario currante aún maneja suciamente ladrillos, neumáticos o lo que sea, mientras el empresario del dinero puro sólo maneja la esencia o la tradición del dinero, como un perfumista o un hidalgo.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Imane Khelif contra el odio: “Represento a las mujeres del mundo”
- 2 Perdóname, Pedro, por haber desconfiado del fiscal y de tu palabra
- 3 El extraño caso del teléfono vacío
- 4 RTVE, a puerta cerrada: habrá bajada de sueldos de directivos
- 5 Taleb Al Abdulmohsen: así es el autor del atropello en Alemania
- 6 Las mejores series de Apple TV+ para ver en Movistar+
- 7 El borrado del teléfono de García Ortiz, un "indicio incriminatorio"
- 8 Camino de Damasco
- 9 Maduro apresa a líderes como Jesús para evitar protestas enero