La democracia británica ha dejado este histórico 7 de julio algunas lecciones extraordinariamente valiosas. La primera de ellas, la fundamental, es que la mentira en política, como en la vida en general, es inadmisible. Mostrarte ante las Cámaras Legislativas, ante tus correligionarios, y ante el conjunto de la ciudadanía como un líder que no ofrece fiabilidad no es, ni mucho menos, recomendable. Y se acaba pagando caro tarde o temprano. La mentira tiene las patas muy cortas y cuando se descubre coloca al líder inmediatamente fuera del tablero de juego. Si el mandatario no se aviene a razones, se encastilla en su posición y se aferra a su cargo es su propio sanedrín el que debe marcarle la salida.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Quién es quién de la prole Jolie-Pitt y quién cambió su nombre
- 2 “Tenemos deuda con saharauis por mostrar pillaje de Marruecos”
- 3 Quiénes son Mercedes Araújo y Carmen Castiella, las nuevas incorporaciones a la Casa del Rey
- 4 Esto es lo que sube el Ingreso Mínimo Vital en 2025
- 5 El Gobierno salva agónicamente hasta el jueves su reforma fiscal tras acordar con ERC y Bildu mantener el impuesto a las energéticas
- 6 Quién es quién en el 'caso Begoña Gómez': mapa para no perderse en la investigación
- 7 “Marruecos ataca a España pero no puede declarar la guerra”
- 8 El nuevo jefe de Policía en Madrid recuerda al 'narcopoli' de los 20 millones: "El que la hace la paga"
- 9