Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala de Ucrania, la agricultura ha sido uno de los sectores más golpeados por los ataques. El coste de los daños que pueden ser contabilizados hasta ahora se refleja en tres áreas. La primera está relacionada con los costes de los daños y pérdidas reales en la agricultura. Según cifras exactas estimadas por el Agrocenter de la Facultad de Económicas de Kiev, superan ya los 27.619 millones de dólares (unos 27.100 millones de euros).

El segundo ámbito es el incremento en los precios de consumo de los alimentos con una disminución simultánea de los ingresos de los consumidores. En consecuencia, la capacidad de los ucranianos para adquirir productos alimenticios estándar se redujo en un 38 por ciento en comparación con el período anterior a la guerra.

Las épocas de cosecha y siembra no se han visto afectadas en la mayoría de los territorios ucranianos

El tercer aspecto es la pérdida de ingresos relacionados con la exportación. En 2021, Ucrania exportó unos 66 millones de toneladas de cereales y semillas oleaginosas que generaron unos 27.000 millones de dólares. Entre marzo y mayo de este año, Ucrania exportó sólo 2,5 millones de toneladas de cereales y semillas oleaginosas que generaron alrededor de 3.000 millones de dólares. En comparación, durante la primavera de 2021 Ucrania exportó entre 3 y 5 millones de toneladas de cereales y oleaginosas al mes. Esta reducción de las exportaciones supone una pérdida de ingresos para los productores y para la economía ucraniana, en general.

No obstante, las épocas de cosecha y siembra no se han visto afectadas en la mayoría de los territorios ucranianos. En el caso de los cereales de invierno arrancaron conforme a la situación climática y concluyeron como debían en los territorios que estaban bajo el control de Ucrania en el momento de la siembra. Sin embargo, sí ha existido un problema con los campos minados, emplazados a 80 kilómetros de la línea de batalla y en los territorios recién recuperados. La situación en los territorios actualmente ocupados continúa sin estar clara. La pauta general es que no tenemos en cuenta estos territorios -alrededor del 20% de las tierras cultivables de Ucrania- en las estimaciones de las cosechas de este año relativas a cualquier tipo de cultivo.

Sobre la mesa sigue estando el control de la agricultura ucraniana. Para la economía del país y los productores agrícolas resulta muy importante poder exportar cereales y oleaginosas. La agricultura representa alrededor del 8-10 por ciento del PIB del país, alrededor del 40 por ciento de los ingresos por exportación y al menos el 14 por ciento del empleo.

Los riesgos para las empresas de transporte siguen siendo bastante altos

En estos momentos Ucrania puede exportar alrededor de 1,5 millones de toneladas de cereales a través de su frontera occidental, lo que supone unos 18 millones de toneladas al año. Incluso si la capacidad se incremente en 2 millones de toneladas, la cantidad exportada representará sólo el 37 por ciento de la cantidad de granos que debe exportarse en esta campaña, pues la previsión es despachar 44 millones de toneladas de la cosecha de 2022 más unos 20 millones de toneladas de la cosecha de 2021 que se hallan almacenados.

Las negociaciones para el desbloqueo de los tres puertos marítimos concluyeron exitosamente el pasado julio. Pero no todo son buenas noticias. Incluso si su capacidad total de exportación es de alrededor de 20 millones de toneladas al año (son las cifras de los tres puertos marítimos más eficientes de Ucrania), solo podemos esperar el aumento de las cantidades de exportación hasta los 45 millones de toneladas de granos, en el mejor de los casos.

Unas cifras que siguen siendo un 30 por ciento inferior a la cantidad de exportación que precisa el país. Debemos ser muy cautelosos con respecto a este escenario. Los riesgos para las empresas de transporte siguen siendo bastante altos, lo que implica mayores costes de transporte y menos empresas dispuestas a acceder a los puertos ucranianos. No está claro, además, cuánto durará el desbloqueo de los puertos marítimos.


Mariia Bogonos es directora del Centro de Investigación sobre Alimentación y Uso del Suelo de la Facultad de Económicas de Kiev. Está especializada en el análisis del impacto de la política agrícola y comercial, las proyecciones y la modelización del mercado agrícola y la economía de la agricultura ecológica.