El conflicto bélico se prolonga ya durante seis meses. En lugar de la guerra relámpago radical de Putin, cuando quería capturar Kiev en 3 días y toda Ucrania en un par de semanas, la guerra se convirtió en un maratón. Una batalla de desgaste en la que que no solo prima la resiliencia de los soldados y la tecnología militar sino también la sostenibilidad económica. ¿Qué está pasando con la economía ucraniana?
La respuesta obvia es que todo está mal. El deterioro económico está en su apogeo. El desempleo es enorme, tanto como el déficit presupuestario y la presión sobre la moneda nacional. Era de esperar. Resultaba poco probable que la guerra pudiera haber afectado de manera diferente. Una severa destrucción (solo el daño directo de los proyectiles y misiles rusos se estima en más de cien mil millones de dólares, o más de la mitad del PIB de Ucrania); migración a gran escala; miedo a hacer negocios; exportaciones marítimas bloqueadas.
Cada uno de estos factores tomados por separado podrían ser catastróficos para cualquier economía. Quizá por eso en las películas de catástrofes de Hollywood nunca aparece un profesor de economía, que, evidentemente, tendría que estar sumido en una profunda depresión incluso en el momento en que logran detener la edad de hielo o salvar a millones de personas.
Según algunos analistas, la economía de Ucrania caerá un 30 por ciento este año
La guerra empobrecerá a todos los ucranianos. Según algunos analistas, la economía de Ucrania caerá un 30 por ciento este año. Algunas empresas han sido arrasadas por los proyectiles rusos y nunca reanudarán sus actividades. El desempleo ya está aumentando.
En Ucrania, en los últimos años, el problema ha sido la falta de mano de obra. Ahora es al revés. Los ingresos de la gente también se están desplomando. Incluso si conservan sus trabajos, sus salarios caen drásticamente. Y esto es en el contexto de una alta inflación, que ya alcanzó el 22 por ciento y se espera que llegue al 30 por ciento a finales de año.
Los principales causantes son la alta inflación en el mundo, los problemas logísticos causados por la guerra y la devaluación de la moneda nacional. La hryvnia ha perdido alrededor del 30 por ciento de su valor frente al dólar, lo que conduce a un aumento constante en el costo de las importaciones. La presión permanecerá mientras continúe la guerra. Se está produciendo una constante salida de capitales del país. Esto es malo, pero recuerda a Flaubert: lo natural no es feo. Cuando hay guerra en un país y no existe confianza en el futuro, el comportamiento natural de una persona es ahorrar su dinero y tener cuidado.
El déficit presupuestario está cifrado en 5.000 millones de dólares al mes, sin precedentes en Ucrania
¿Por qué continúa la fuga de capitales tras seis meses de guerra? Porque el estado imprime dinero activamente. ¿Para qué? Para financiar un enorme déficit presupuestario, cifrado en 5.000 millones de dólares al mes. Una cantidad sin precedentes para Ucrania.
La ayuda externa es muy útil. Pero no es suficiente, y llega tarde. Todos los ingresos presupuestarios en Ucrania ahora son menos que el gasto en el ejército. Como resultado, las pensiones y los salarios de los maestros y médicos ucranianos son financiados por contribuyentes de Estados Unidos, Canadá, España o Japón. Los ucranianos nunca olvidarán este apoyo.
Desafortunadamente, la burocracia europea muy a menudo provoca retrasos en la prestación de asistencia. Como resultado, el estado se ve obligado a imprimir más dinero, sometido a escoger entre una mala y una muy mala decisión, creando presión sobre el tipo de cambio de la moneda nacional. Lo que, a su vez, amenaza con socavar la estabilidad macroeconómica.
¿Entonces todo es terrible? Si comparamos con las expectativas que había a fines de febrero, no. Pasó el susto de las primeras semanas, cuando incluso en las localidades más alejadas de la frontera rusa caía un silencio ominoso y los cafés y tiendas cerraban.
La estabilidad macroeconómica, la base de cualquier economía, todavía se conserva en Ucrania
Primero, la estabilidad macroeconómica, la base de cualquier economía, aún se conserva en Ucrania. Lo que puede parecer un milagro, teniendo en cuenta que los inversores a menudo atribuyen Ucrania a los mercados emergentes. ¿Cómo es esto posible? En primer lugar, gracias que se encontraba en un buen estado de forma al comienzo de la guerra.
Después de todo, es como correr un maratón. Se puede haber estado bebiendo, fumando, comiendo hamburguesas y sin hacer ejercicio un par de años antes o llevar un estilo de vida saludable. En Ucrania, se dio la segunda historia, a pesar incluso de las enfermedades crónicas estándar en forma de corrupción y ausencia del estado de derecho. Como resultado, al comienzo de la guerra, el PIB del país estaba en el nivel más alto de la historia de la independencia. Los salarios también batieron récords. El margen de seguridad se había acumulado. Los sectores informático y de servicios estaban creciendo activamente.
En segundo lugar, las empresas ucranianas resultaron ser muy flexibles y persistentes, capaces de sobrevivir en cualquier condición. Si ahora cualquiera de los lectores se desplazan a las calles de Kiev, apenas notarán la diferencia con la ciudad antes de la guerra, a menos que se queden hasta tarde y vean la ciudad vacía durante el toque de queda.
La gente está regresando y el negocio se está recuperando
La gente está regresando. El negocio se está recuperando, al menos lo está intentando. No importa cuán paradójico pueda parecer, la pandemia ayudó mucho a las empresas ucranianas, dotándolas de experiencia. Enseñó a los empresarios a trabajar de forma remota. Como resultado, después de las primeras semanas de conmoción, muchas empresas han restablecido el trabajo de una forma u otra, a pesar del hecho de que sus empleados en ese momento estuvieran en diferentes partes de Ucrania y más allá.
¿Qué pasará después? Mucho depende de la ayuda de Occidente. Es lo que nos permite mantener la misma estabilidad macroeconómica. Si la casa no tiene cimientos es una tontería discutir sobre el color de las cortinas del dormitorio. Es extremadamente importante cuánto durará la guerra. Cuanto más tiempo pase, más destrucción habrá y mayor será el daño a las infraestructuras. Y, lo más importante, más personas perderán la vida y más ucranianos permanecerán en el extranjero, ya que no habrá ningún lugar al que regresar. Para poner fin a la guerra lo antes posible, Ucrania necesita la ayuda de Occidente.
Hay demasiadas incógnitas, demasiada incertidumbre y demasiados riesgos. Pero también mucho optimismo. No importa lo paradójico que resulten tales extremos. Así es como se ve la economía ucraniana ahora.
Serhiy Fursa es economista y banquero de la firma de inversión Dragon Capital.
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