El rugido de la nueva jauría. Las futuras manadas afilan sus garras. ¡Basta ya!

A muchos puede parecer exagerado el titular, pero estoy seguro de que a muchos más les puede dar la sensación de que me quedo corto. Los recientes sucesos acaecidos en el madrileño Colegio Mayor Elías Ahuja, que hemos conocido a través de un vídeo viral en el que se escucha gritar a los estudiantes desde sus ventanas a las alumnas de enfrente: "¡Putas, salid de vuestras madrigueras, vais a follar todas en la capea!", han revolucionado el ya crispado ambiente político y social. 

Estos gravísimos hechos demuestran la evidencia de que sigue existiendo una educación, la recibida por quienes podrían convertirse en potenciales depredadores sexuales, deudora de una cultura heteropatriarcal, en la que los hombres tienen que ser ‘machitos’ y las mujeres sumisas. 

Si esta es la sociedad que nos espera, tenemos un problema mucho más serio de lo que imaginamos

Algunas alumnas que se han autoerigido en portavoces de todas las chicas llevan, increíblemente, más de dos días enfatizando en todas las televisiones que ninguna de ellas ‘se siente víctima’, y lamentando que "ciertos políticos se hayan erigido en sus defensores" porque dicen que no lo necesitan. Sigo profundizando en sus declaraciones porque no tienen desperdicio: "Se intenta crear el estereotipo de hombre fuerte y depredador y mujer víctima, aunque no sea el caso, pero son los políticos los que refuerzan ese estereotipo". En resumen, "son palabras feas, pero se ha sacado de contexto lo que no deja de ser una broma". Si esta es la sociedad que nos espera de aquí a pocos años, cuando estos chicos y estas chicas se conviertan en adultos, tenemos un problema mucho más serio del que imaginamos. Chicos y chicas, si, por igual. Lo vivido con este miserable suceso demuestra que tan machistas son los que han insultados cuanto las chicas que disculpan y toleran los indultos. Afortunadamente no toda la juventud está tan enferma, o al menos tan miope. 

Unos responsables, auténticamente irresponsables.

Que las consideraciones de los alumnos y de las alumnas, o al menos de algunos de ellos, sean tan lamentables, podría responder a un a cierta lógica porque al fin y al cabo son parte implicada en el escándalo. Lo que no tiene el menor pase son las explicaciones de los responsables del centro, como el subdirector del Colegio, Álvaro Nieto que, en la mañana del viernes, cambiaba su versión y a preguntas de Cristina Pardo se mostraba confuso ¿Por qué se ha tomado una decisión este año y el pasado no? ¿Es porque se ha hecho viral?, preguntaba la comunicadora, en referencia a la expulsión de varios residentes del centro Elías Ahuja y el proceso de identificación de todos cuantos participaron en el aquelarre. 

Álvaro Nieto defendía que, en 2021, sí que se había expulsado a un alumno… ¡una versión contraria a la que ofrecía apenas unas horas antes! Afortunadamente, el presidente del consejo de Colegios Mayores Universitarios, Juan Muñoz, no ha escatimado energía en su reacción al ser preguntado por analistas y periodistas: "Me parece peor que a ustedes y no hay tradición que pueda soportar este tipo de actitudes que a todos nos parecen lamentables". Juan Muñoz los ha calificado como comportamientos tribales, aunque no ha negado que en el pasado ya había visto estos vídeos y que era consciente estas actitudes. ¡Muy mal! ¿Por qué no se cortaron de raíz? Antonio García Artiga, director del Elías Ahuja, se excusa diciendo que trataron de ‘cortarlo’ en esta ocasión pero que no llegaron a tiempo, y que lo ocurrido es ‘inexplicable’. No es suficiente porque sigue sosteniendo Artiga, al menos de momento, que los estudiantes ‘no se referían a las muchachas de enfrente y no es su forma de comportarse’. Tremendo. La vicerrectora de estudiantes de la Universidad Complutense, Rosa de la Fuente, ha declarado en cambio que lleva mucho tiempo trabajando para desterrar estos comportamientos machistas. 

Lo ocurrido afecta de forma evidente contra la dignidad de las personas

El principal aliado de la intolerancia es la impunidad. ¡Basta ya! ¡Que actúe la justicia!

Los gravísimos hechos han motivado que la Fiscalía se haya decidido a incoar inmediatamente diligencias de investigación por un presunto delito de odio, y que la Universidad Complutense abra un expediente al Colegio Mayor Elías Ahuja.  El tipo delictivo es, para mí, clarísimo. No sólo lo digo yo. El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, el histórico Esteban Ibarra, opina de igual forma y ha presentado una denuncia ante el Ministerio Público. Lo ocurrido atenta de forma evidente contra la dignidad de las personas y entraña humillación y menosprecio a otras personas, en este caso por motivos sexistas al igual que ocurre en otros sucesos por motivos racistas o políticos. Un daño a la dignidad, no sólo de las alumnas del Colegio Santa Mónica, sino al conjunto de las mujeres. Banalizar este bochornoso incidente sería una frivolidad imperdonable. "Un flaco servicio al respeto de esa dignidad humana", cree firmemente Esteban Ibarra. No puedo estar más de acuerdo ni definirlo mejor. 

Veremos, si estos hechos llegan al juzgado y si todo acaba en una simple multa o incluso en una condena penal. La pelota está en el tejado de la Fiscalía, pero basta con atender a las imágenes que se han viralizado para darse cuenta de que estamos ante una acción sincronizada y coordinada, con una clara intencionalidad. 

La barbaridad bordea lo surrealista porque los responsables del Colegio Mayor han reconocido que ‘esta broma’ se repite cada año, lo que muestra una autoinculpación que no admite dudas.  ¡Claro que todo responde a una tradición, pero a una tradición machista, cavernícola y misógina! El hecho de que el vídeo se haya hecho viral agrava lo ocurrido. El riesgo de un posible ‘efecto llamada’, sólo se evitaría si hay una acción judicial tajante. 

Los políticos más conservadores, de perfil… ¡como casi siempre!

Ha sido lamentable que la presidenta madrileña haya cuestionado el que la Fiscalía vaya a investigar los hechos. Isabel Díaz Ayuso ha sustentado esta conclusión que ‘pasan cosas gravísimas en la Universidad y parece que nunca importan’. No sé si la musa del PP de Madrid quiere decir que ‘todos los días’ ocurren hechos como estos y tampoco creo que unos sucesos tan bochornosos deban ser eclipsados en nombre de otros. Se permite comparar la presidenta madrileña estos brotes tan brutales con otros de carácter político como la exhibición de pancartas a favor de los presos de ETA o la persecución en Cataluña a los alumnos constitucionalistas de ‘S’ha acabat’. 

Los ejemplos no los he buscado yo, sino la propia Isabel Díaz Ayuso. Creo sinceramente que la presidenta del PP de Madrid no tuvo el viernes 7 de octubre, jornada en la que hizo estas declaraciones, su mejor día. Por increíble que parezca, Díaz Ayuso terminaba su exposición de motivos mezclando la polémica con la cuestionada subida de sueldos del presidente del Gobierno y sus ministros. ¡En fin! En honor a la verdad hay que decir que quien si ha reprobado el episodio y lo ha tildado de inadmisible ha sido el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo. 

No deja de tener su gracia que, en esta ocasión, Díaz Ayuso haya adelantado por la derecha incluso al recién defenestrado Javier Ortega-Smith, apartado de la Secretaría general de Vox. En opinión del portavoz en el Ayuntamiento de Madrid de este partido, primo hermano de Marine Le Pen, de Viktor Orban y de Giorgia Meloni: "Los insultos proferidos por los residentes en el Colegio Mayor Elías Ahuja son una falta de respeto y una ordinariez. Una actitud despreciable tanto hacia hombres como hacia mujeres que muestra un problema de educación". ¡Vivir para ver!  

¡Basta ya de comportamientos misóginos y cavernarios! ¡Basta ya de aguantar hechos que nos devuelven a comportamientos propios de sociedades primitivas, que creíamos superados hace siglos! Ojalá haya un castigo ejemplar para los culpables, si es necesario incluso por vía judicial, para cortar de raíz unos comportamientos que deben erradicarse para siempre.