«Estamos entrando en una era de hogares inteligentes y eficientes que utilizan IA. Usarán sensores para aprender lo que está haciendo y predecir cuándo es más probable que necesite energía, para que puedan apagarse cuando esté fuera de la habitación. Ellos sabrán cuándo encender el aire acondicionado si el recuento de polen es alto o no porque no hay pronóstico de lluvia durante varios días o al menos cambiar el horario de calefacción hacia arriba o hacia abajo».

La Inteligencia Artificial (IA) ya está afectando a casi todos los aspectos de la sociedad, y quien no lo vea es que no quiere verlo. El párrafo anterior ha sido generado por IA. ¿Alguien ha sabido detectarlo? (quizá solo alguno que ya me conoce). 

Pese a la transición hacia energías limpias que se está produciendo en todo el mundo y a la disminución del consumo en los países desarrollados gracias a las políticas de eficiencia energética, en los próximos años se espera un aumento del consumo global de energía a causa, principalmente, del incremento de la población y del crecimiento de la demanda energética en los países en desarrollo. Este aumento de las necesidades energéticas del planeta podría llegar al 60% en 2050, según la Agencia Internacional de la Energía (IAE). Por ello, las emisiones de los gases de efecto invernadero no solo no están disminuyendo, sino que, según algunas estadísticas, incluso están aumentando ligeramente.

Datos y herramientas para consumir menos

Estos datos macro pueden resultar lejanos al ciudadano de a pie. Así que hagamos una pregunta más accesible: ¿Sabe usted cuánta energía consume en su casa? ¿Sabe cuál es su consumo diario de agua? Hace unos años se incluyó esta última pregunta en una encuesta sociológica. Tan solo el 10% de los ciudadanos conocía la respuesta. Según datos de 2019, un español consume diariamente 130 litros de agua. En cuanto al consumo energético, cada hogar en España consume unos 9 kWh de energía al mes.

¿Y cuál es el vínculo entre el consumo de agua y el de energía en los hogares? Hace unos años participé en un proyecto europeo donde estudiamos cómo reducir ambos conociendo solamente el gasto del agua de las duchas diarias y, sobre todo, la temperatura a la que nos duchamos: poca gente sabe que la ducha es el segundo punto de consumo de energía de los hogares, tras la calefacción y el aire acondicionado, por el exceso de temperatura del agua que utilizamos.

La IA puede ayudar a que nuestros consumos de energía y agua en el hogar sean más eficientes

Los datos son hechos concretos que necesitan de un contexto para poder ser interpretados, darles un sentido y una utilidad, pero son fundamentales. Como dijo el matemático William Edwards Deming, «sin datos tan solo eres otra persona con una opinión». Conociendo los datos, la IA puede ayudar a que nuestros consumos internos de energía y agua en el hogar sean más eficientes, ya que, como sabemos (pero no practicamos), el coste de la energía varía en función de la hora del día y de los días de la semana. ¿Por qué no preguntar a nuestro asistente virtual, que ya conoce de antemano nuestra tarifa contratada de energía, a qué hora me conviene ducharme esta tarde o a qué hora es más barato poner la lavadora y la secadora hoy?.

Todo estos temas, y otros relacionados con la salud inteligente en los hogares, serán tratados durante la mesa en la que participaré el próximo 7 de noviembre en el V Congreso de Inteligencia Artificial organizado por el El Independiente en Alicante.