El golpe al Estado

Artículo 102 de la Constitución sobre responsabilidades de los miembros del Gobierno: "La responsabilidad criminal del Presidente y los demás miembros del Gobierno será exigible, en su caso, ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Si la acusación fuere por traición o por cualquier delito contra la seguridad del Estado en el ejercicio de sus funciones, sólo podrá ser planteada por iniciativa de la cuarta parte de los miembros del Congreso, y con la aprobación de la mayoría absoluta del mismo".  

Decía Platón que uno de los castigos por negarse a participar en política es que, al final, puedes terminar siendo gobernado por tus inferiores. Y Séneca apuntaba que no nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles y son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas. Hablemos claro, estamos siendo testigos de una ola de autoritarismo sin precedentes. El poder ejecutivo da ordenes al legislativo para castigar al judicial, y las principales instituciones del Estado han perdido su independencia para convertirse en órganos de un partido al servicio del líder. 

Fiscalía General del Estado debería actuar contra el Presidente para frenar esta dictadura encubierta, pero todos sabemos que no lo va a hacer porque ya no es independiente. No se trata solo de las mentiras que le llevaron a Moncloa o de manejar el partido más antiguo de España como su cortijo privado, se trata de que los ciudadanos seamos más libres o más esclavos, porque el presidente Sánchez nos ha situado a un paso de convertirnos en una república bolivariana.  

Me decía la maestra de periodismo Pilar Cernuda, que un día le preguntó al presidente porqué había mentido al negar la vicepresidencia para Iglesias, prometer nunca pactar con Bildu y tantas cosas más, y la reacción del Sánchez fue dejar de hablarle durante años. 

Indultos a delincuentes y golpistas, acercamiento de presos etarras que luego son liberados, excarcelación de abusadores sexuales, mutilación genital a menores sin aval judicial, desaparición de la sedición, rebaja de la malversación, reglas nuevas e ilegales para colocar a los suyos en el gobierno de los jueces, fagocitar el Constitucional como hizo con Fiscalía… Y lo que está a punto de venir, como la anexión de Navarra al País Vasco o el referéndum pactado en Cataluña al que llamarán consulta. Dice Ayuso que hoy es el referéndum catalán y mañana lo será sobre monarquía o república. Esa misma opinión tengo desde que conocí al personaje que nos gobierna y así lo dejé plasmado en un artículo en este mismo digital hace años. Si llegó de la nada a ocupar la secretaria general del PSOE y la presidencia de la Internacional Socialista, sigue intentando llegar a ser secretario general de la OTAN y en breve presidirá el Consejo Europeo, ¿por qué no aspirar a Presidente de la Tercera República?  

Tenemos un Cesar en Moncloa y buena parte de la culpa es nuestra. Para empezar de las bases del PSOE que lo encumbraron como líder frente a los barones del partido y cuando se demostró que había mentido y cruzado todas las líneas rojas, callan y miran a otro lado. A continuación culpables los que le votaron, porque el personaje ya apuntaba maneras y muchos lo supimos ver, aunque nos hundieran profesionalmente por salir a la Plaza de Colón a advertir de lo que nos venía encima. También culpables los barones del partido por ser cobardes ante tal atropello a España, sus únicas críticas, unas frases de García Page y poco más, conocedores que el líder corta la cabeza al que no alabe sus éxitos. La historia también hará responsables a la mayoría de los medios de comunicación que prefieren seguir recibiendo una lluvia fina de millones de dinero público antes que decir abiertamente la verdad a sus seguidores. Y responsable también el jefe de la oposición, que en lugar de salir, convocar, denunciar,.. considera que hay que esperar un año a las elecciones, sin mociones, ni huelgas, sin hacer mucho ruido, no sea que se vuelvan a equivocar como con Teo Gª Egea. Perfil bajo, dicen, mientras la democracia en España se hunde.  

No son tiempos de buscar réditos electorales ni en las autonómicas, ni en las municipales o generales. Este momento necesita patriotas, no héroes, simplemente políticos que antepongan el bien común al suyo propio y al de su partido. Y no se ve a ninguno en el horizonte.