“Io ho quel che ho donato”. Como si de la penúltima burla de ese poeta pródigo, exuberante y derrochador del dinero ajeno que fue Gabriele D’Annunzio, que llegó a pagar algunas de sus numerosas deudas con sus autógrafos y versos garabateados en servilletas, la entrada del Vittoriale degli Italiani, el suntuoso refugio en vida y posterior sepulcro de este príncipe de las letras italianas junto al Lago de Garda, exhibe, para escarnio de sus acreedores, el lema de un hombre obstinadamente generoso y trascendente, este “Yo tengo aquello que he donado”, que bien podría presidir, tal vez, la puerta de ingreso de la fábrica de los Presupuestos Generales del Estado, el Ministerio de Hacienda de nuestro país, Calle de Alcalá, número 5, de Madrid.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Comprobar Lotería de Navidad 2024 - El Independiente
- 2 Las revelaciones sobre el Fiscal General revolucionan a Ayuso
- 3 Imane Khelif contra el odio: “Represento a las mujeres del mundo”
- 4 Los claroscuros de la duquesa roja: lesbiana y cercana a ETA
- 5 Perdóname, Pedro, por haber desconfiado del fiscal y de tu palabra
- 6 El extraño caso del teléfono vacío
- 7 El borrado del teléfono de García Ortiz, un "indicio incriminatorio"
- 8 Madrid consolida la remontada a Cataluña en la economía
- 9 Vídeo | Lotería de Navidad de 2024, hoy en directo: sorteo y lista de premios