La moción más original

¿Porqué ningún partido apoya la moción de censura de Vox con Tamames, ni derecha, ni izquierda? Ni siquiera los que pedían una moción de censura a gritos como Ciudadanos quieren que ésta se produzca. Estos días escuche como algunos medios hablaban de la “alianza del mal entre la extrema derecha (Vox) y la extrema izquierda (Tamames)” como si el apocalipsis llegara a España. Para empezar esta moción la promueve Vox porque quien debería hacerlo, que es el PP, actúa solo con intereses electoralistas y no por necesidad social. Ya tuvimos sobrados motivos para impulsar una moción tras la desastrosa gestión de la pandemia, incluso más tarde por la nefasta gestión económica con la deuda pública disparada, líderes en gasto, los únicos que todavía no alcanzamos los niveles pre pandemia y sin saber gestionar los fondos europeos. Pero lo sucedido desde el 25 de agosto hasta hoy es una de las páginas más oscuras de la reciente historia de España. Ese día se aprobó la ley “solo sí es sí” , la constante excarcelación de violadores y agresores sexuales sería ya suficiente motivo para la moción, si añadimos además el asalto al Tribunal Constitucional, la Ley Trans, la eliminación de la sedición o la rebaja de la malversación, lo que parece imprudente por parte de la oposición, es esperar a las elecciones generales dentro de un año sin hacer nada más que declaraciones críticas.

A pesar de esta mala gestión, Sánchez se siente fuerte gracias a un partido que tiene cogido con su puño y ya no se dirige desde Ferraz sino desde Moncloa. Es él el que quita y pone candidatos, igual que fagocita Instituciones del Estado como si nada importara, dejará una España arrasada tras su paso. Esa fuerza que consigue con la propaganda, los medios afines bien regados con dinero público y una oposición todavía débil, es en la que confía para ganar las próximas elecciones y seguir en el poder cuatro años más. Esta acostumbrado a fracasar una  y otra vez y renacer de sus cenizas, así fue siempre su vida como cuenta en su “Manual de resistencia”, no le den por muerto nunca.

No estamos ante un mal político, sino ante un político sin escrúpulos capaz de todo por permanecer en el poder

Son muchos en la sociedad civil los que llevan meses esperando que la política actúe, que quede patente el enfado general de la mayoría, el que no permite a Sánchez pisar la calle sin oír insultos. La ingeniería electoral de números, escaños, impactos y porcentajes sobra al plantearse esta moción, ante su forma de arrasar con derechos ciudadanos que ha enajenado desde el primer día. No estamos ante un mal político, sino ante un político sin escrúpulos capaz de todo por permanecer en el poder. Su presidencia es legal, pero dista mucho de ser legítima cuando no ha cumplido lo prometido en su programa electoral, ha actuado de forma contraria a lo que él mismo prometió y en contra de los intereses generales. Los socios que le marcan la agenda no llegan ni a un 5% de los votos en las últimas generales y ni siquiera creen en España. Su socio principal Podemos ni alcanzó el 13% y se desangra en votos desde 2016. Sánchez fue quien escogió estos compañeros de viaje.

Sabemos que de cinco mociones de censura celebradas todas han fracasado y solo la de Sánchez tuvo éxito, aún así fueron útiles para debilitar el Gobierno al que se le hacía la moción, como la que Felipe González le hizo a Suárez en 1980 que perdió pero a los dos años logró la mayor victoria electoral del PSOE en su historia. O el caso de Podemos que ahora critica y hasta ridiculiza la moción de Tamames, aunque hizo lo propio contra Rajoy en 2017, fue otro fracaso pero debilitó al Gobierno hasta el punto que doce meses después triunfó la moción de Sánchez.

No se critica la moción de censura porque sí, sino porque Vox ha dado una vuelta de tuerca a la democracia colocando como candidato a la presidencia a un hombre marcadamente de izquierdas. Se lo propusieron a muchos, como a Joaquín Leguina y hasta pensaron en Alfonso Guerra. No importa tanto la persona, sino la ideología. ¿Creen capaz al PP de proponer una moción de censura y poner como candidato a Felipe González? Lo veo imposible. Esta barrera que ha cruzado Vox, electoralista o no, cambia las reglas de juego y es una oportunidad para volver a ver a los políticos como gestores de lo público y no solo como burócratas de partido.