En apenas un año, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha viajado en dos ocasiones a Ucrania y ha denunciado la “violación flagrante de principios básicos de derecho internacional” y ha dicho que España defiende “principios internacionales irrenunciables, como lo son la soberanía, la integridad territorial o la libertad”. ´

Son palabras que bien podría haber dicho en referencia al conflicto del Sáhara Occidental, invadido por Marruecos en contra del derecho internacional hace 47 años, tiempo en el que el régimen marroquí no ha respetado la legalidad internacional ni las resoluciones de la ONU

Este sábado se cumple un año del cambio de política de Pedro Sánchez sobre la ex colonia del Sáhara Occidental al apoyar el plan de autonomía marroquí plasmado en la carta que envió al rey de Marruecos el 18 de marzo de 2022, acabando así con la histórica posición de España con la que fue su provincia número 53.

La mayoría de la sociedad seguimos reclamando revertir esa decisión y volver a respetar el derecho internacional

La mayoría de la sociedad seguimos reclamando revertir esa decisión y volver a respetar el Derecho Internacional y, sobre todo, la política tradicional de España que, como potencia administradora, tiene la responsabilidad de asumir y no inclinarse hacia la propuesta de una parte, Marruecos, que ocupa de manera ilegal el territorio del Sáhara Occidental.

Se repite la historia de 1975, con la firma de los ilegales “Acuerdos tripartitos de Madrid”, por los que se traicionaron los legítimos derechos del pueblo saharaui a decidir libremente su futuro. También, en dicho acuerdo, había unas cláusulas secretas, como contrapartidas, por parte de Hasán II, a esa vergonzosa venta: no reivindicar la soberanía sobre Ceuta y Melilla en el futuro, permitir pescar en el banco pesquero saharaui durante 25 años, participar en la explotación de los fosfatos… Por supuesto, ninguno cumplido como se habían pactado.

Hoy, 47 años después, el Gobierno vuelve a traicionar y sacrificar al pueblo saharaui, ¿a cambio de qué esta vez?, defendiendo la propuesta de “autonomía” bajo soberanía de Marruecos, desechando la solución de un referéndum de autodeterminación en el que los saharauis tendrían la posibilidad de elegir pacíficamente lo que quieren ser: parte del Reino de Marruecos o independientes como una nación libre.

Sacrificamos el derecho de un pueblo por conseguir alguna mejora en nuestras relaciones con nuestro vecino, actuando ilegalmente y, para colmo, sin ni siquiera tener garantías de su cumplimiento. El 72% de la población no estamos de acuerdo con esa decisión, que no beneficia a la paz y fortalece la postura intransigente de Marruecos: la permanente violación de los derechos humanos.

Sacrificamos el derecho de un pueblo por conseguir alguna mejora en nuestras relaciones con nuestro vecino, actuando ilegalmente

El Gobierno de Sánchez ha amparado políticamente una iniciativa marroquí que parte de una premisa ilegal: que Marruecos ostenta ya la soberanía sobre el Territorio del Sáhara Occidental, y en ejercicio de la misma propone dotarle de una autonomía. La política de apoyo a las tesis marroquíes elimina el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación e incumple la Carta y las Resoluciones de las Naciones Unidas, en definitiva la legalidad internacional. El fondo jurídico de la cuestión es cómo se adquiere la soberanía sobre el territorio no autónomo del Sahara Occidental, cuya descolonización según las Naciones Unidas sigue pendiente.

Invitamos a Sánchez y Albares a visitar los campamentos de población refugiada para que escuchen, en vivo y en directo, lo que piensan los saharauis de su “urgente” inquietud por buscar una solución al conflicto del Sahara Occidental

Parece que ahora a Pedro Sánchez y su ministro de Asuntos Exteriores les preocupa la “situación” humanitaria de la población saharaui refugiada. Si es así, les invitamos a visitar los campamentos de población refugiada para que escuchen, en vivo y en directo, lo que piensan los saharauis de su “urgente” inquietud por buscar una solución al conflicto del Sáhara Occidental.

Les intranquiliza, después de 47 años, la situación en que se encuentra el pueblo saharaui en el exilio; quieren “ayudar a buscar una solución”; y nos recuerdan que España es el país que más ayuda humanitaria… Sí, muchas, muchas gracias, pero si tuviesen la dignidad y la valentía de visitar a quienes en su día fueron españoles, verán y oirán lo que  quieren y reclaman es justifica y no caridad.

Los saharauis son "nuestros refugiados"; somos responsables de su sufrimiento mientras no puedan ejercer su derecho a decidir libremente lo que quieren ser

Está bien ayudar con aceite, atún o arroz… pero en su viaje podrían conocer, mirando a los ojos a los saharauis, muchos de ellos todavía con DNI español, de primera mano qué es lo que quieren, y que es lo que esperaban de un Gobierno progresista respetuoso con la legalidad internacional y de un partido, el PSOE, que defendió el derecho del pueblo saharaui a decidir su futuro. Y les harían una pregunta: ¿por qué nos vuelven a traicionar”.

La tragedia del Sáhara Occidental es cosa nuestra. Los saharauis son "nuestros refugiados”, somos responsables de su sufrimiento mientras no puedan ejercer su derecho a decidir libremente lo que quieren ser. Y eso no es una posición “fijada y anclada en el pasado” como dice el ministro José Manuel Albares pensando en otras propuestas, ya fracasadas, para imponer en el Sáhara.

Pedro Sánchez dijo a los ucranianos que luchan por su supervivencia, mientras su enemigo lucha por poder, y que su lucha no es digna. “La vuestra, es un canto a la libertad", afirmó. Seguro que eso mismo lo pensaba de los saharauis antes de cambiar de postura, sin que todavía haya aclarado el motivo por el que lo hizo. 


José Taboada es Presidente de honor de CEAS Sáhara, la Coordinadora estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara.