La segunda entrega del sexto informe de evaluación de Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el cambio climático advierte de que los ecosistemas están afrontando condiciones dramáticas no vistas en los últimos diez mil años. Atribuye el aumento y la frecuencia de los fenómenos extremos al cambio climático inducido por el hombre y alerta de que, en el sur de Europa, si la temperatura sube tan solo dos grados, un tercio de la población sufrirá escasez de agua.
Y mientras, Naciones Unidas nos recuerda en el Día Mundial del Agua la importancia del agua y de acelerar el cambio para aumentar la resiliencia frente a estos nuevos escenarios. Y eso es lo que está haciendo España, acelerar el cambio con la aprobación de la Ley 7/2021, de 20 de mayo de Cambio Climático y Transición energética que introduce la elaboración de los análisis de riesgos derivados del cambio climático en la planificación y gestión del agua; con la aprobación del Real Decreto 1159/2021, de 28 de diciembre, que determina que se tendrá que elaborar un estudio específico de adaptación a los riesgos del cambio climático en cada demarcación hidrográfica, como así se ha hecho, y, con la aprobación en julio de 2022 de las Orientaciones Estratégicas sobre Agua y Cambio Climático, un documento destinado a establecer las directrices y medidas necesarias en planificación y gestión del agua para incrementar la resiliencia de España frente al calentamiento global.
Los planes hidrológicos del tercer ciclo dan respuesta a los desafíos del cambio climático
La recuperación, restauración y protección de las masas de agua, el incremento de la seguridad hídrica, la mejora del saneamiento y la depuración, la lucha contra la contaminación difusa o el avance en la gestión del riesgo de inundaciones y sequías son algunas de las medidas planteadas para reducir los efectos del cambio climático, que se están poniendo en marcha a través de los planes hidrológicos, de los planes de gestión del riego de inundación y de los planes de sequía.
Los planes hidrológicos del tercer ciclo dan respuesta a los desafíos del cambio climático a través de sus programas de medidas destinadas a gestionar mejor las situaciones extremas como inundaciones y sequías poniendo el foco en la recuperación y protección del medio ambiente hídrico.
Definen unos caudales más ambiciosos para todas las masas de agua, dotan de mayor protagonismo a la desalación y reutilización para mejorar las garantías de suministro y equilibrar las demandas a los requerimientos medioambientales y plantean un cambio de tendencia respecto a la utilización de los recursos hídricos.
Mientras que, lo nuevos Planes de Gestión del Riesgo de Inundación incluyen medidas que consideran todas las fases del ciclo de gestión del riesgo: prevención, protección, preparación y recuperación y profundizan especialmente en el estudio del impacto del cambio climático para prepararse a sus peores impactos e incorporan soluciones basadas en la naturaleza.
Los Planes de sequía, que nos permiten actuar de forma proactiva ante la sequía, es decir de forma anticipada y programada, y no solo de forma reactiva, es decir mediante actuaciones de urgencia cuando se producen situaciones severas o la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, que tiene como objetivo conseguir que todas las masas de agua alcancen el buen estado son otros de los instrumentos que permitirán alcanzar los objetivos planteados en la Estrategia.
Aunque, no se puede aspirar a una transición ecológica justa sin comprometernos a emprender una completa modernización del ciclo del agua, lo que nos permitirá avanzar hacia una gestión más eficiente y sostenible del agua adaptándonos al cambio climático a través de tres herramientas, la digitalización, la innovación y la innovación.
El Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del Agua nace con el objetivo de mejorar el conocimiento de los usos del agua; incrementar la transparencia en su gestión; contribuir al cumplimiento de los objetivos ambientales establecidos en los planes hidrológicos; y generar empleo de alta cualificación tecnológica y oportunidades de negocio globales.
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico se está trabajando en cuatro líneas de actuación: la mejora de la gobernanza, el impulso de la digitalización de los Organismos de cuenca, el impulso de la digitalización de los usuarios del agua, y la formación para asegurar la implantación, el uso y el mantenimiento de todas estas nuevas tecnologías.
Gracias al PERTE del Agua, los abastecimientos, los regadíos y la industria dispondrán de sistemas de gestión digitales que permitirán reducir las pérdidas y mejorar la gestión del recurso hídrico; se pondrá reducir el riesgo asociado a los fenómenos meteorológicos extremos dado que tanto los organismos de cuenca como AEMET dispondrán de sistemas integrados de información, que permitirán generar previsiones, avisos y alertas en coordinación con las autoridades de protección civil y, los organismos de cuenca y el resto de las administraciones del agua podrán disponer de información veraz sobre captaciones de agua, distribución y consumos, vertidos de aguas residuales depuradas o alivios de tormentas.
Todo ello nos permitirá seguir avanzando para mantener a raya los efectos del cambio climático evitando que se produzcan las peores previsiones.
Teodoro Estrela Monreal es director general del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
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