Ione Belarra ya sólo se levanta de su escaño azul, que es como una mecedora de calceta, para ir a la alcoba o a la nada. Es una viuda del Gobierno como una viuda de Ulises o de Serrat, y eso que el Gobierno asegura estar muy vivo y además ninguna de estas dos Penélopes era viuda. Ione Belarra se ha quedado en su escaño azul con tristeza de marido muerto, esa tristeza mal planchada de los viudos y viudas de Delibes (Lola Herrera y José Sacristán aún son geniales doblando o arrugando la ropa entre sus frases). O quizá la tristeza que se le ha quedado a Belarra no es de marido sino de gato muerto, esa tristeza inabarcable de las mujeres que son viudas de un gato. El caso es que a Belarra no la dejan salir en las ruedas de prensa gubernamentales, donde sólo habla ese PSOE de sonrisa de grapa, espeluznante como la de una marioneta, de Isabel Rodríguez. Así que Belarra, viuda de Gobierno y con luto de loro, se va a hacer vídeos por su cuenta, que es un consuelo desgarrador, como ponerse a ver telenovelas.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 'Facha', gay y sadomasoquista: la vida exagerada de Yukio Mishima
- 2 Los Premios Goya volverán a poner contra las cuerdas al Gobierno
- 3 El Gobierno se planta ante Junts y avanza que tumbará su petición de cuestión de confianza
- 4 Hellcat: el extraño grupo de hackers que ha atacado a Telefónica
- 5 Detenida una organización que traía basura italiana para tirarla en España ilegalmente
- 6 El amigo de Mohamed VI, el español que le juró “lealtad hasta la muerte”
- 7 Minurso: un falaz espejismo del desierto o un caballo de Troya marroquí
- 8 Mónica García sobre Muface: "Son las aseguradoras las que han decidido que los asegurados no son rentables"
- 9 Exteriores hace desaparecer de su web el mapa de Marruecos y Argelia en plenas negociaciones de las aduanas