Los socialistas están nerviosos por Andalucía. La salida de Teresa Ribera, tildando a Juanma Moreno de "señorito" como en los mejores tiempos en que ese argumento era suficiente para dejar al PP en la oposición durante 37 años, ya no vale para nada. Moreno Bonilla ha sacado una mayoría absolutísima, con lo que se demuestra que, o el argumentario es renovado o el PSOE tiene muchas posibilidades de seguir en la oposición durante mucho tiempo más.
Sevilla es la piedra de toque para el socialismo andaluz
Y están nerviosos porque tras perder el control de la Junta con todas las corruptelas que se derivaban de aquel poder y todas las opciones de comprar votos a cambio de colocaciones o de subvenciones, ahora se pone en peligro Sevilla, la ciudad de Sevilla donde ha habido alcaldes de ambos partidos pero que en estos momentos es lo único que les queda para lucir. Pero desde que el anterior alcalde el socialista Juan Espadas se fue del ayuntamiento y dejó al nuevo alcalde Antonio Muñoz, éste no está testado y no se sabe qué tirón va a tener.
Las cuentas están muy ajustadas porque tampoco el candidato popular José Luis Sanz está especialmente testado. Fue alcalde de Tomares, localidad que está junto a Sevilla, pero ese es todo su recorrido, salvo que fue piedra de choque entre María Dolores de Cospedal, defensora de Sanz, y Soraya Sáenz de Santamaría, defensora del actual presidente de la Junta cuando lo que se dirimía era la presidencia del partido en Andalucía, que ganó la vicepresidenta.
En cualquier caso, Sevilla está en el aire para los dos partidos, lo cual significa que puede caer de un lado o del otro. Para los populares sería un éxito que vendría a culminar el éxito elevado a la quinta potencia de Juanma Moreno como presidente andaluz. Pero perder la ciudad de Sevilla para los socialistas sería un auténtico drama del que tardarían mucho tiempo en recuperarse.
Perdida la Junta y perdida Sevilla, ya poco les podría consolar las otras ciudades andaluzas en las que gobierna el PSOE y en las que podría seguir gobernando si las cifras del PP le dan para ganar, pero no para gobernar.
Sevilla es la piedra de toque para el socialismo andaluz.
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