No sé qué se pensaban en el PSOE, cuando tienen experiencia de muchos, muchos años de sus relaciones con gentes del PCE que siempre van a lo suyo y nunca, nunca van a otros intereses, por ejemplo, los del asociado.

Ya en democracia, Felipe Gonzalez desconfió siempre de Santiago Carrillo y de ahí para adelante, las relaciones de los militantes socialistas con miembros del PCE han sido tensas. Yolanda Díaz tiene el carnet y los modales de una militante comunista pasada por la peluquería y por las tiendas más fashion porque los tiempos cambian pero el talante permanece.

En su mitin inaugural del 2 de abril ya dijo que pretendía alcanzar la presidencia del gobierno de la nación, suponemos que andando los tiempos porque de momento el segundo señor que la ha aupado, además de Pablo Iglesias, que ha sido el primero, fue Pedro Sánchez, a quien sin duda deberá estar muy agradecida por haberle permitido compartir  con él la intervención de la moción de censura, que fue su bautismo de fuego para entrar en la arena política con todas las  bendiciones.

En el PSOE no entienden “qué perseguía con la entrevista de Jordi Évole”. Perseguía darse un baño de multitudes y comportarse como una persona ajena, o por lo menos alejada, del Gobierno. Como si fuera una observadora imparcial que da capones cuando cree que es necesario y a quien se lo merece.

Díaz en la entrevista de Évole perseguía darse un baño de multitudes y comportarse como una persona ajena, o por lo menos alejada, del Gobierno

Por eso dijo que Pedro Sánchez era machista, que es precisamente el adjetivo calificativo que más puede molestar en el seno del Partido Socialista aplicado a su presidente, que se jacta de tener más ministras que ministros y de defender las políticas de protección más ajustadas de las mujeres. 

Aunque a veces le salga tan mal como para necesitar de los votos de su adversario más despreciado, pero al fin y a la postre el que tiene los votos necesarios para llevar a la mayoría absoluta una votación que de otro modo estaría perdida.

¿Machista nuestro Pedro? Pero, ¿qué se ha creído esta señora con lo que nuestro Pedro la ha ayudado a salir del anonimato bien es verdad que con el primer impulso que le dio Iglesias y del que ahora está muy arrepentido?

¿Y lo de Marlaska? ¿Cómo puede decir que ella no habría mantenido en el cargo a Marlaska tras la muerte de al menos 23 inmigrantes en la valla de Melilla?  Para añadir a continuación que si ella fuera presidenta nombraría como titular de Interior a quien “haga cumplir los derechos humanos en nuestro país”. 

No contenta con eso calificó al reino de Marruecos de “dictadura”, con lo cual se cargó de un plumazo toda la política que se ha esforzado este Gobierno en mantener trabajosamente desde hace ahora un año con todo el Parlamento y la mayor parte de la opinión pública en contra. Y ella, aunque no lo pareciera anteayer, es ministra de ese Gobierno.

Por eso no hizo tampoco ningún esfuerzo por sumar a Podemos en la ecuación de Sumar hasta que no muerdan el polvo en las elecciones de mayo. Entonces recogerá los restos de los morados que tendrán menos ínfulas que ahora. 

O puede que Podemos de la mano de Pablo Iglesias se atrinchere con Bildu y con ERC y constituyan una fuerza de resistencia con la que Pedro Sánchez tendría que pactar si las cosas le van lo suficientemente bien como para aspirar a permanecer en el poder otros cuatro años más. 

Eso no lo sabremos hasta que no pasen las elecciones de mayo pero Iglesias ya se ha dolido de la “ensalada de hostias” que su protegida en tiempos no tan remotos le propinó en la entrevista con Évole.

Lo que los socialistas no han entendido es que ella estaba dando un recital de sí misma y el resto de cuestiones no le interesaba lo más mínimo. Por eso no le importó tratar a Pedro Sánchez como a Pablo Iglesias, metidos en el mismo saco del machismo. Y eso, en un partido como el PSOE es mucho más de lo que se puede soportar.

Pero es que ella es ella y tiene una idea que ya veremos si se concreta y con qué dificultades porque su planteamiento de que Sumar es una agrupación de gentes de distintos orígenes es falso. 

Hasta donde sabemos Sumar es una agrupación de partidos políticos de izquierdas que tienen ámbitos regionales. Punto. Todo eso de “escuchar” ha sido una pantomima. Lo que ha hecho durante este año ha sido recolectar apoyos de los distintos partidos territoriales, nada más.

En cualquier caso, se ha puesto en guardia al PSOE. Una más como ésta y las cañas se volverán lanzas en un partido que le ha consentido todo. Hasta ahora. 

A partir de este momento tendrá que ir con pies de plomo si pretende contar con el apoyo de los socialistas.