Desde hace un tiempo los partidos han quedado atrás y ahora, salvo partidos muy bloque, como Vox o el PNV, el protagonismo es para el candidato. De hecho el propio lenguaje revela esa importancia.

El votante vota más a Vox y al PNV que a Abascal o a Urkullu: en el País Vasco el PNV es “El Partido”, así, sin medias tintas. El demiurgo de la hegemonía vasca, el asentamiento de la vida social en el batzoki, que para algo significa “lugar de reunión” 

Y Vox… bueno, porque han tenido tumulto reciente, pero hace meses, si Santiago Abascal hubiera dado un paso lateral, Macarena Olona le habría sustituido y el voto no se habría resentido. La gente no vota tanto a Abascal como a Vox. No hablemos de Ortega Smith o de Ignacio Garriga. El votante de Vox vota a Vox. Admira y apoya a quien comande, siempre y cuando protejan los principios, pero su voto no está tan condicionado por el líder, como por la marca.

En otras formaciones y no ya sólo en España, sino a nivel global, la cuestión es votar a Alberto Núñez Feijóo, a Pedro Sánchez, lo fue a Pablo Iglesias y lo es votar a Yolanda Díaz… de hecho, ya como paradigma. La cuestión es votar al candidato. Al final han sido los Reagan, Churchill, Eisenhower... también De Gaulle, Sarkozy o Macron, al igual que Orban o Melloni, los que han marcado la pauta.

Seguro que muchos saben que el partido de Melloni es Fratelli d’Italia y muchos de ustedes sabrán que su nombre proviene de la primera estrofa del himno italiano, pero seguro que muchos más la conocen por ser la líder de la ultra-derecha italiana y, ahora, Primera Ministra.

… pero seguro que no tienen tan claro cuál es el partido de Viktor Orbán.

El líder prima sobre el partido. Esta cuestión no es reciente, pero se ha ido metiendo en el agua de nuestra conciencia electoral de forma gradual. Así que la pregunta es: ¿Es positivo para el PSOE que Pedro Sánchez entre en campaña, dado que es el líder del Partido socialista?

Primero aclarar que Pedro Sánchez no hace campaña por nadie que no sea Pedro Sánchez.  Segundo que le da igual dar un mitin en Murcia que en Portugal o estar en Washington DC en la apertura de campaña… como ha ocurrido hoy. A ver… Que aquí se juntan dos factores: uno que él mismo lo prefiere y otro que la agenda de Joe Biden no es fácil de mover si no es por motivos de seguridad nacional.

Lo que es algo muy distinto es que Pedro Sánchez deba hacer campaña por otros, porque debe hacer campaña por candidatos que no tienen recorrido aún y debe hacer campaña por exministras que han compartido gobierno con él y desembarcan ahora en sitios donde la hegemonía socialista está más que en cuestión. Especialmente en la propia izquierda.

Debe hacer campaña si quiere seguir haciendo intercambio funcional entre el Consejo de Ministros y el acto político. Esto lo digo por esta dinámica de anunciar en domingo lo que se va a aprobar en martes y usar a la ministra portavoz para decir en martes las cosas que cuadran más en domingo.

La campaña de municipales y autonómicas está siendo tapada por los anuncios a nivel nacional. Anuncios copiados o reciclados

Y ya hemos visto que hay barones socialistas que reniegan del sanchismo hoy, pero que lo abrazaron ayer, tras haber renegado antes de ayer, lo que nos hace suponer que renegarán mañana… especialmente si pierden la presidencia de la región que ahora mismo gobiernan.

El caso es que la campaña de municipales y autonómicas, a lo que llega a los ciudadanos, está siendo tapada por los anuncios hechos a nivel nacional. Anuncios copiados o reciclados, pero lleva el momento de la política local al plano nacional.

Y aquí ganan personalidades que han ido trabajando su relevancia en los años anteriores, como Lambán, Page, por supuesto, Puig y aquí radica el meollo, porque, mientras lo nacional y la pelea por la Moncloa sea la cuestión central, Pedro Sánchez seguirá haciendo campaña, le guste a la regional socialista o no.

Así que la maldición de Lambán o Page es que no pueden evitar la pregunta sobre Pedro Sánchez y no evitan posicionarse lejos a sabiendas de que en sus territorios… Sánchez no encaja bien. Ojo, que pueden soslayar la cuestión como lo hace Fernández Vara, pero porque él también se ha trabajado su distancia relativa en los últimos años.

Y ahora… pues a recoger los frutos.

Desde hace un tiempo los partidos han quedado atrás y ahora, salvo partidos muy bloque, como Vox o el PNV, el protagonismo es para el candidato. De hecho el propio lenguaje revela esa importancia.

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