No vivimos en Kuwait por mucho que las temperaturas superen los 40º en
algunos lugares. El pequeño emirato ubicado en el Golfo Pérsico vive del
petróleo y el escaso millón kuwaitíes disfruta de unas ventajas enormes.
Yolanda Díaz, la líder de Sumar, quiere trasplantar el estado de bienestar
kuwaití a España. No sólo quiere que cada vez se trabaje menos, sino que
se propone, si llega al Gobierno, dar a cada joven cuando cumpla los 23
años una “herencia universal” de 20.000 euros para formarse o montar
una empresa
.

Como el número de personas con esa edad ronda el medio millón, Sumar
ha estimado el coste de la propuesta en 10.000 millones al año. Y como
quieren prolongarla durante al menos una legislatura estaríamos
hablando de un gasto público de unos 40.000 millones de euros. ¿Cómo se
va a pagar esta promesa electoral? Pues muy sencillo, afirma Yolanda
Díaz: con un impuesto a los ricos.

La medida es tan disparatada que hasta la ministra de Economía, Nadia
Caviño, la ha criticado
como una ocurrencia propia de la época
preelectoral en la que nos encontramos.

España tendrá que afrontar a partir de 2024 un ajuste fiscal, gobierne
quien gobierne, dado que Bruselas pondrá fin a la llamada ‘cláusula de
escape’, implantada durante el Covid, y que permitía que los países
superasen el 3% de déficit sin castigo. El año que viene ya no será así.
Dar 20.000 euros a los jóvenes (y no en forma de préstamo, como sucede
en Estados Unidos para los estudiantes) genera la idea de que el Estado
tiene recursos suficientes como para que los ciudadanos puedan vivir bien
sin esforzarse. Lo importante, lo ha repetido Yolanda Díaz en varias
ocasiones es ser feliz.

El problema es que nuestro Estado no tiene recursos para ello y tiene un
déficit cada vez mayor. Por desgracia para Díaz, ni el dinero cae como el
maná del cielo, ni vivimos en Kuwait.