Con los datos en la mano, Felipe VI tiene que encargar la formación de gobierno a Núñez Feijóo. Tras el "sí" de Santiago Abascal, el líder del PP reúne 172 votos en el Congreso (137 de su partido, 33 de Vox, uno de UPN y otro de Coalición Canaria). Sin embargo, Pedro Sánchez tan sólo puede esgrimir el respaldo de 158 votos (121 del PSOE, 31 de Sumar y 6 de Bildu). El resto de partidos (entre los que figura Junts, clave para determinar quién gobernará durante la próxima legislatura), incluido el PNV, han manifestado públicamente que las cosas están muy verdes para dar su apoyo al presidente en funciones.
Hoy por hoy, Feijóo cuenta con 172 votos en el Congreso, mientras que Sánchez tan sólo puede esgrimir el respaldo de 158
Por mucho que se empeñe, Sánchez no puede dar por hecho que esos votos serán suyos, ya que la votación para la Mesa Del Congreso (en la que Armengol logró 178 síes), no determina el resultado de una votación de investidura, que requiere una negociación de mucha más hondura, en la que los independentistas catalanes quieren forzar al candidato socialista a hacer concesiones de más enjundia que las que ya obtuvieron para el nombramiento de la socialista balear como tercera autoridad del Estado.
Maestros en el arte de fabricar relatos a la medida, en Moncloa se apresuraron ayer a transmitir que Sánchez "no se daría codazos" con Feijóo para que el Rey le designe para la formación del nuevo gobierno. Argumentan que, de sta manera, el presidente del PP volverá a sufrir una nueva derrota parlamentaria y el PSOE tendrá dos meses (tras la primera votación fallida, el reglamento establece ese plazo para convocar nuevas elecciones si ningún candidato obtiene la mayoría) para negociar con Junts. A esto se le llama hacer de la necesidad virtud. Porque, si Sánchez tuviera asegurados los votos de los independentistas, a buenas horas dejaría que Feijóo se presentara como candidato a presidente con el aval de Felipe VI.
La dulce derrota es lo que tiene, que es una derrota. Lo vendan como lo vendan, el bloque de izquierdas cuenta en este Congreso con seis escaños menos que en la legislatura pasada. Y ese dato condiciona todo lo que está pasando, ya que Sánchez es mucho más débil y, por pura matemática parlamentaria, ahora más que nunca, depende de lo que diga Puigdemont, que ayer, sonriente, se dejó ver junto a los anteriores presidentes de la Generalitat en el sur de Francia (¿pero qué hacía allí el bueno de José Montilla, más que hacer bulto?).
Esta es la triste realidad para Sánchez: primero, que, hoy por hoy, no tiene apoyos para ser elegido presidente y, segundo, que su única opción de serlo es darle al prófugo Puigdemont todo lo que le pide.
Si en Génova hubieran analizado la realidad con un poco más de serenidad y más allá del fiasco sobre unas expectativas irreales, estarían construyendo su propio relato sobre el futuro político del país: un gobierno basado en el chantaje; o bien, un gobierno del centro derecha abierto a pactos de Estado con el principal partido de la oposición, el PSOE. Y si eso no es posible, desde luego, lo mejor sería la convocatoria de nuevas elecciones.
Probablemente, tras la ronda de consultas (de las que han estado ausentes la mayoría de los socios de Sánchez, porque, como recuerda Victoria Prego, le niegan al Rey toda legitimidad, porque son republicanos e independentistas), Felipe VI transmita a Armengol su decisión de encargar a Núñez Feijóo la formación de gobierno. Y la presidenta del Congreso convocará, también probablemente, para el próximo martes la sesión de investidura. Este será el momento más importante de la vida política del ex presidente de Galicia. No sólo por la responsabilidad que asume al aceptar en encargo del Rey, sino porque tendrá la oportunidad de presentar ante el Congreso, y, sobre todo, ante la opinión pública, una hoja de ruta, una propuesta a la Nación, para salir de una vez de un estancamiento político que comenzó en 2015.
Oportunidad histórica, insisto, que el líder del PP no debe desaprovechar. Por el bien del país y, también, porque lo necesita para consolidar su liderazgo al frente de su partido.
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hace 1 año
CREO ,FEIJOO, QUE DEBE REEDITAR UN «COLLBONI II «OFRECINDO ALGUN CARGO DE IMPORTANCIA A CUATRO PALMEROS DE PEDRO QUE TENGAN UN SENTIDO ELEMENTAL DE DIGNIDAD.
hace 1 año
Creo que los 6 de Bildu no le constan al Rey.
hace 1 año
Por cierto la CUP no obtuvo ningún diputado, aunque Falange tampoco y mira…
hace 1 año
Me encanta! estas peleas entre la derecha extrema, la extrema derecha, la ultraderecha, los fascistas, los nacional socialistas…
Pero amigos, si no hay nada que no se arregle con un Cara al Sol bien cantado.
Luego hablan de coalicion Frankie Stein.
Por favor Señora Ayuso, Badajoz, Lugo, Gerona, Cádiz, Vitoria… la necesitan.
hace 1 año
¿Qué hacía José Montilla en el aquelarre catalanista? Pues qué va a hacer: josemontilladas. Quienes cercaron al PP en el miserable pacto del Tinnell, habrán podido celebrar, como lo ha hecho sánchez con su derrota, una victoria que no existe -por ahora- contra el Estado Español. Otra cosa es que, para lograrla de veras, tengan que aceptar las reglas de juego de una Constitución que detestan, unos salarios que paga -vía Presupuestos Generales- ese mismo Estado, y la asociación con todo lo que desprecian desde su supramacismo: la alianza, además del PSOE, con ERC, SUMAR, BNGA, CUP y demás grupúsculos de izquierda.
Respecto a la investidura, dejemos que sea el Rey quien evalúe las circunstancias y tome las decisiones que mejor convengan a España. La valía no se mide por votos -sólo- sino por las capacidades de llevar a cabo el trabajo encomendado. Luego podremos juzgar ese trabajo y aceptarlo o rechazarlo según el beneficio que haya producido para España y todos los españoles.
hace 1 año
«Se le debería manifestar al Gallego Diputado FEIJÓO y a sus Forofos Aplaudidores Genoveses aquello de que «VOX debe Partir Peras YA y Totalmente» con un partido político – el PP – que en lugar de ser un socio fiable y necesario para Gobernar España en coalición, no es más que un enemigo despreciable, voraz y destructivo a las puertas de Bambú».
hace 1 año
Estamos seguros de que Feijoo vale?
No ha dado ya suficientes pistas de que esto le viene bastante grande?
No se entiende el empeño que teneis algunos en ver como es derrotado otra vez, si es que ademas Vox no le hace una nueva averia.
Desde la gran victoria del 23J esta dando tumbos como con su relacion con Vox desde que llego a Madrid.
Me temo que P Sanchez pretende hacer con el lo que F Gonzalez hacia con Fraga y mientras tanto a ganar la Moncloa con o sin derrota.
hace 1 año
De principio a fin estoy de cuerdo con el artículo. Feijoo debe ser el candidato en primera opción y el Rey debe actuar como lo hizo con Rajoy.
hace 1 año
El “bueno” de José Montilla.Pero Casemiro, si es un incompetente y artífice del Pacto del Tinell