Una cuestión de método: ¿Cómo va el Rey a constatar los apoyos con que cuenta Pedro Sánchez si los partidos que lo apoyan no están dispuestos a acudir al Palacio de la Zarzuela a decir que sí lo apoyan y si la amnistía es condición previa y sine qua non para contar con el voto favorable por parte de Junts?   

Porque no es válido de ninguna manera el procedimiento de las cuentas de la vieja según las cuales el interesado -que es en este caso el señor Sánchez- le dice al Rey con cuántos votos va a contar. Pero si todos esos partidos no acuden a La Zarzuela porque “el Rey no les representa” como han dicho tantas veces, no le queda a Sánchez más que contar con los votos que tenga amarrados previamente en interlocución directa con Su Majestad. 

Salvo Bildu, que ya ha dicho públicamente que tiene sus votos, tanto ERC como Junts lo dejan todo a la consecución de unos objetivos constitucionalmente inviables aunque ya están apareciendo por ahí los catedráticos de la izquierda diciendo que es posible la amnistía. Sí que es posible pero en unas condiciones de consenso abrumador que no se dan ni muchísimo menos en esta legislatura que comienza ahora.

A menos que lo que dice aquí al lado Juanma Romero sea el enésimo truco de Pedro Sánchez consistente en dejar que Alberto Núñez Feijóo se “queme” haciendo lo imposible para concitar el apoyo del PNV y al mismo tiempo de Vox y, de paso, él puede contar con los dos meses que establece la Constitución para convencer a Junts de que algo parecido a una amnistía es factible.

Ese es un truco de trilero que le va como anillo al dedo a nuestro presidente en funciones. Pero desde luego en la audiencia de hoy no puede contar más que con los votos que taxativamente le hayan dicho al Rey que cuenta con ellos.

Y como resulta que todos los partidos independentistas son republicanos -además de otros muchos españoles, no vayamos a confundirnos- y el Rey no les representa, no acuden al Palacio de La Zarzuela a dar cuenta de sus votos, favorables o no, a Pedro Sánchez. Porque de eso se trata, de saber si uno de los dos candidatos cuenta con suficientes apoyos para salir victorioso en una sesión de investidura.

Lo mismo le pasa a Núñez Feijóo, que no cuenta con los votos suficientes para ganar la sesión de investidura porque le faltan los votos del PNV, votos que nunca va a tener mientras las elecciones vascas estén en el horizonte. El PNV se juega en ellas la primogenitura del País Vasco que ha tenido durante décadas pero cuya política -a la que ha contribuido con mucha dedicación y hasta con mimo- ha dado como resultado que las jóvenes generaciones no tienen memoria sangrienta de ETA y de lo que significó para la democracia española.

Y ahora EH Bildu está a punto de comerle la tostada porque la juventud del País Vasco se siente más cómoda con unos tipos en camiseta que con unos tipos con corbata. 

A los socios hipotéticos de Sánchez España como concepto de nación les parece el enemigo del que hay que separarse cuanto más mejor

Por eso no las tienen todas consigo los del PP. Y por eso no tiene ninguna opción de alzarse con la victoria y gobernar en esta legislatura que ahora comienza, la XV, que de momento no sabemos si se va a prolongar mucho o poco.

Pero lo que sí sabemos es que a los socios hipotéticos de Sánchez España como concepto de nación les parece el enemigo del que hay que separarse cuanto más mejor. Otra cosa será cuando Europa entre en acción y opine sobre los nacionalismos de nuevo emergentes. “El nacionalismo es la guerra” dijo en su día François Mitterrand y, efectivamente, casi todas las guerras europeas se han desatado por culpa de los nacionalismos.

Otra cosa sería que el Congreso de los Diputados, con la en estos momentos oposición circunstancial cerrada del Senado, diera carta blanca a una fórmula federal. Pero eso son castillos en el aire.

De momento, lo que hay es una pareja de candidatos y ninguno de ellos tiene la mayoría suficiente como para salir investido, pero hay uno con más recursos tramposos que el otro, es decir, que está especialmente dotado para la trampa y otro que carece de esos recursos porque en su colegio no le enseñaron esas mañas.

Díganme cuál de ellos se alzará con el santo y la limosna… por encargo del Rey