Pocas cosas hay más interesantes en la política de Asia que lo que sucede en la República Popular Democrática de Corea, también llamada coloquialmente Corea del Norte. Ahora, el país se ha convertido en el centro de las noticias por la visita de su Líder Supremo, Kim Jong-un, a Rusia. Un viaje que no debería sorprender, el país juche ha sido el principal aliado de Rusia desde que esta lanzara la invasión de Ucrania, y además siempre ha votado a favor del dirigente ruso. Lo último son unos supuestos acuerdos sobre munición y armamento, que Rusia compraría o intercambiaría con su aliado norcoreano. 

Y en este punto nos planteamos qué trascendencia tiene la presencia de Kim Jong-un en Rusia. Es una visita oficial que pone en guardia a Corea del Sur, China, Estados Unidos y Japón. A pesar de las tensiones existentes entre estos cuatro países, lo que haga Pyongyang preocupa a los cuatro por igual, y más después de los últimos cohetes lanzados que han puesto en alerta el norte de Japón. A ninguno de ellos le gusta que los norcoreanos escalen la tensión en la península, y esto es una carta que Rusia tiene a su favor. A pesar de que tiempo atrás la Unión Soviética, Corea del Norte y China compartían horizonte socialista, con la ruptura China-URSS, los norcoreanos tiraron hacia Moscú. 

Si Corea del Norte, a cambio de vender armamento a Rusia, que tendremos que ver de qué calidad es el armamento norcoreano, consigue mejores motores para sus cohetes, mejores aviones, o incluso acceso a partes del programa nuclear ruso, tendremos una escalada sin precedentes en la península coreana. Y esto quizá le guste a Rusia, porque pone en guardia en el Pacífico a Estados Unidos, Japón y Corea del Sur. Pero tiene que calcular bien diplomáticamente que este movimiento no sitúe en una posición incómoda a China.

A pesar de que existe una alianza estratégica entre China y Rusia, el gobierno de Pekín ha fagocitado toda Asia Central aprovechando las sanciones contra Rusia. De la misma manera que los últimos mapas chinos presentados reclaman diferentes islas y zonas rusas en disputa. Conviene recordar la retirada de capital chino de las repúblicas africanas donde ha habido los golpes de Estado apoyados por Rusia. 

La llamada "cuestión coreana" es excepcional: incluso cuando las relaciones entre Estados Unidos y China estaban en su momento más bajo, se han descolgado teléfonos y ha habido reuniones de alto nivel. De la misma manera que durante el gobierno de Park Chung-hee en Corea del Sur, a pesar de no reconocer la república popular como legítima sino Taiwán, Seúl y Pekín establecieron contactos para evitar incidentes diplomáticos con Corea del Norte. Por ello no es baladí que Corea del Norte cierre acuerdos militares con Rusia, básicamente porque la incertidumbre que crean estos pactos pone en guardia a dos superpotencias. 

China no dejará espacio al mercado ruso en Asia Central ni consentirá que Pyongyang tenga armas nucleares

Además, hay un factor importante, China siempre ha estado en contra del uso de armas nucleares, por lo que, si Pyongyang empieza con amenazas nucleares después de los encuentros con rusos, podemos ver muy deterioradas las relaciones entre Pekín y Pyongyang, con lo que esto supone para la población civil. Y al mismo tiempo un crecimiento de tensiones entre Moscú y Pekín. Es posible que pronto veamos maniobras militares conjuntas entre los tres países, tal como informó el gobierno surcoreano. Esto entra dentro de la normalidad, pero esto no significa que China deje espacio al mercado ruso en Asia Central, ni que consienta que Pyongyang tenga armas nucleares. 

Cabe añadir un asunto importante, hasta qué punto el papel del ejército ruso en Ucrania y las continuas derrotas ha cogido por sorpresa en Pekín. Mao Zedong dijo en una entrevista en 1956 refiriéndose a Estados Unidos: en apariencia es muy poderoso, pero en realidad no es nada a lo que temer; es un tigre de papel. Un tigre por fuera está hecho de papel, incapaz de resistirse al viento y la lluvia. Y ahora estamos viendo que Rusia es un tigre de papel. Incluso su flota del Mar Negro se ve amenazada por un país casi sin flota. Y esto también hace cuestionar exactamente que se espera de Rusia, y si es un socio fiable, o si todo lo que presenta es en realidad un espejismo y propaganda. 

Es posible que se diga que Corea del Norte y Rusia no han llegado a ningún acuerdo concreto. Sería un hecho interesante, ya que significaría que no tienes capacidad de convencer a tu principal aliado para llegar a nada. Aunque realmente existan acuerdos que se mantengan en secreto, la diplomacia es pública. Y, por otro lado, si se llegan a acuerdos, EEUU, Japón yCorea del Sur levantarán la ceja para saber qué pueden esperar a partir de ahora. 

En conclusión, debemos estar atentos a la próxima visita del ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, a Rusia, pues desde la última reunión la situación rusa en Ucrania ha cambiado mucho. Además, las cinco repúblicas de Asia Central quieren saber menos de su vecino del norte. Así Kazajstán ha agradecido a China que les haya a reducir su dependencia histórica, aunque no han dicho de quién, porque todos sabemos que es Rusia. Y por otro lado en la cumbre de Delhi hemos visto que, a pesar de que no hay punto sobre Ucrania que condene la invasión, el nuevo eje comercial para comunicar India y la UE se quiere hacer a través de Arabia Saudí o Irak, lo que sitúa más fuera del mapa a Rusia. 


Guillem Pursals es doctorando en Derecho, máster en Seguridad, especialista en conflictos, seguridad pública y Teoría del Estado. Puede leer aquí sus artículos en www.elindependiente.com