La investidura de Pedro Sánchez está en el aire como lo estuvo la de Alberto Núñez Feijóo pero esta con más motivo porque no tiene amarrados los votos que le son imprescindibles para salir adelante.
Ni tiene los votos del PNV, ni tiene los votos de ERC ni tiene los votos de Junts. Solo tiene los votos de Sumar, los del BNGa y los de EH Bildu , partido que necesita sacar adelante la investidura de Sánchez para poder "vender" en las próximas elecciones del País Vasco que han sustituido al Partido Nacionalista Vasco en los favores del Gobierno central.
Pero sumando esos votos tiene 121 suyos, más 31 de Sumar, más los seis de EH Bildu, más el del BNGa son 159, menos que los que tenía amarrados Núñez Feijóo cuando fue a ver al Rey.
Y ahora es cuando se abre la negociación a cara de perro con ERC y con Junts porque estos dos partidos, que suman 14 diputados, siete cada uno, han firmado una moción, que ya ha sido aprobada por el Parlament según la cual, si no hay un referéndum de autodeterminación ellos con la amnistía no se conforman.
No sé hasta qué punto esta es una postura para negociar más cómodamente, pero hay que subrayar que el compromiso es por escrito y que ha sido aprobado por la Cámara catalana. Es decir, que es una cosa seria.
Esto tiene que ver con que ambos partidos, ERC y Junts se miran de reojo y no están dispuestos a que el otro se alce con la victoria de arrancar del Gobierno central unas cesiones para pasárselas por el morro al otro. Pero sea lo que sea, ahí está el escrito y ahí está la aprobación por el Parlament.
Y ahí está Pedro Sánchez diciéndole al Rey: Majestad, o como quiera que le llame, yo no estoy seguro de que me vayan a votar afirmativamente a la hora de presentarme a la investidura, porque, además, salvo el PNV que ha acudido a ver a Felipe VI, los otros dos ni siquiera pisan La Zarzuela porque el Rey "no les representa".
Cuando Pedro Sánchez vaya a ver al monarca irá con menos votos de los que acumulaba Feijóo y con menos seguridad de la que este tenía
Con lo cual, cuando Pedro Sánchez vaya a ver al monarca irá con menos votos de los que acumulaba Feijóo y con menos seguridad de la que este tenía.
De manera que el 3,49 % de los votantes va a decidir enormidades tales como una ley de amnistía y un referéndum de autodeterminación que se habrían de imponer a la totalidad de los españoles, sin consultarles en absoluto.
Probablemente el referéndum de autodeterminación sea el que más le cueste al presidente en funciones porque la amnistía está ya descontada entre los votantes del PSOE, pero un referéndum por el que Cataluña se separe de España con el 3,49 % de los votos emitidos el 23J es para hacérselo mirar.
La explicación ya la sabemos. Está en la necesidad perentoria de Sánchez de conformar un Gobierno "progresista" con semejantes compañías de xenófobos, supremacistas, encubridores de asesinos y un largo etcétera.
Dice Juanma Romero, en la crónica de aquí al lado, que puede que Sánchez esté ante la operación más arriesgada de su carrera política aunque se ha procurado el apoyo de todos los secretarios regionales de su partido y singularmente del PSC para que conforme un nuevo Gobierno de "progreso y convivencia".
Por lo que se refiere al PNV, lo que dijo Urkullu es que el presidente, si es que llega a ser él, "va a necesitar todos los votos todo el rato". Y abogó por una legislatura estable para evitar unas elecciones a corto plazo que nadie desea.
Pues mire usted, lehendekari, yo, y otros muchos como yo, entre amnistía o una vuelta a las elecciones prefiero una vuelta a las elecciones. Porque me es imposible pensar en que todos los que estuvieron implicados en el golpe de Estado interno de septiembre y octubre de 2017 vayan a salir indemnes de haber dado la vuelta al país entero.
Y porque, puestos a ello, no veo por qué no van a ser amnistiados los asesinos que son sus compatriotas, lehendakari. Y todos los que han cometido delitos de malversación de caudales públicos. Y así sucesivamente.
Y Aina Vidal ha dicho en una entrevista en elDiario.es que la pugna por la independencia de ERC y Junts "puede llevarnos a todos por el acantilado"
La aprobación de una amnistía es una puerta abierta a todo tipo de enjuagues que ni acepto ni creo que usted admita sin más.
Por eso estaría encantada de que fuéramos a nuevas elecciones por si suena la flauta y se despeja el panorama y no dependemos del 3,49% de los votantes para que nos impongan nada menos que una amnistía por la conveniencia de un presidente necesitado de esos 14 diputados, 7 y 7, que se han puesto de acuerdo en no aceptar nada si no va acompañado de un referéndum de autodeterminación.
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