La ofensiva terrorista del pasado 7 de octubre de Hamás contra Israel evidencia la magnitud de la amenaza que supone para Europa, y en especial para España, el terrorismo yihadista; si bien el gobierno de Pedro Sánchez está notoriamente más preocupado en cerrar un acuerdo de investidura con los separatistas, fugados y herederos de ETA. 

Francia, Alemania, Bélgica o Reino Unido han aumentado el nivel de alerta y la presencia de operativos policiales a fin de garantizar la seguridad y orden públicos, y a pesar de que en España la Estrategia de Seguridad Nacional contempla expresamente el terrorismo yihadista como una amenaza, Sánchez sigue mirando a otro lado, y el ministro Fernando Grande-Marlaska se ha limitado a decir que no hay que preocuparse más allá de lo que pueda pasar. Una auténtica ignominia. 

España comparte con Israel el riesgo grave para su integridad territorial y soberanía frente a la amenaza islamista

España comparte con Israel el riesgo grave para su integridad territorial y soberanía frente a la amenaza islamista. Ya en septiembre de 2014 la Escuela de Altos Estudios de la Defensa publicaba un amplio y documentado informe bajo el título Yihadismo en el mundo actual donde se puede leer: "Una de las amenazas más importantes a nuestra seguridad como estado es, sin embargo, la que procede del terrorismo islámico… Lo es, en suma, porque en el imaginario de los yihadistas y, por extensión, de muchos de los que les siguen, España, su Al Ándalus, es un territorio irredento a reconquistar". 

También se añadía que un objetivo de los salafistas era "reconquistar los territorios que alguna vez formaron parte del mundo islámico. Ellos incluirían, por supuesto, Palestina e Israel, tanto como las amplísimas regiones de España y Portugal que formaron parte de Al Ándalus...". 

Hamás, - si bien en 2017 proclamó su independencia de la matriz egipcia - es el brazo armado de los Hermanos Musulmanes en Palestina, y su ofensiva terrorista contra el territorio y la población israelí constituye un gravísimo atentado contra la soberanía e integridad territorial de Israel, una nación soberana que ostenta su derecho a la autodefensa. 

La ofensiva del terror islamista ha dejado ya más de 1.400 muertos en suelo israelí, así como un número todavía desconocido de secuestrados. No puedo dejar pasar la ocasión sin mostrar nuestras condolencias de nuevo a la familia de Maya Villalobo, la joven de 19 años asesinada, y nuestra exigencia de liberación inmediata de nuestro otro compatriota secuestrado. 

Manifestamos todo nuestro apoyo al Estado y a la población de Israel que sufre los devastadores efectos del terrorismo yihadista y rechazamos cualquier intento de justificación de estos ataques terroristas en el marco del llamado "conflicto palestino-israelí", como han pretendido miembros del gobierno en funciones de Sánchez como Yolanda Díaz, o de las formaciones que lo apoyan, como la diputada Tesh Sidi, que declaró el mismo día del ataque su solidaridad "con los pueblos y su derecho a la libre determinación. Hoy y siempre con Palestina". 

El citado "conflicto" es solo la excusa para una ofensiva general del movimiento islamista, como se ha demostrado en las manifestaciones y violencias ejercidas por las comunidades islamistas en diversas capitales de Europa, enfrentándose a las fuerzas de orden público, el ametrallamiento de dos ciudadanos suecos en Bélgica o el asesinato de un profesor en Arras (Francia) justo en el aniversario del degollamiento de Samuel Patty a manos de otros terrorista. 

Manifestamos nuestra más absoluta repulsa a quienes justifican los crímenes del terrorismo yihadista, aplauden el asesinato masivo de civiles, incluidos mujeres, niños y ancianos, y el secuestro de jóvenes mujeres que después son humilladas por la turba. Pero esta ofensiva terrorista también evidencia otras urgencias. 

Primero, fiscalizar el destino de la llamada ayuda oficial al desarrollo, que en cuantías millonarias arriba a Palestina siendo en gran parte gestionada por Hamás, organización que ostenta el control real y efectivo de la Franja de Gaza, a cuyo fin hemos instado la suspensión del pago de ayuda, la auditoría urgente y la liberación posterior solo de aquellos pagos que con certidumbre sepamos llegan a la población necesitada y no a las organizaciones terroristas. 

La urgencia es evidente: tenemos que deportar masivamente"

Segundo, la de atajar ya la inmigración masiva y descontrolada que arriba a las costas de Canarias, Almería o Baleares, y es una vía ordinaria de entrada de yihadistas en Europa. La nefasta política de puertas abiertas de Sánchez y de la Comisión Europea no combate las mafias ni la entrada ilegal de inmigrantes; ni persigue la deportación efectiva de quienes no tienen derecho a permanecer en Europa legalmente. La urgencia es evidente: tenemos que deportar masivamente. 

Tercero, la de combatir el multiculturalismo que las élites europeas han impuesto en Europa. Un cerco de silencio y amedrentamiento social, una tiranía de las minorías que busca imponer una especie de separatismo islámico en amplias zonas de territorio europeo donde no impera la ley nacional civil sino la ley islámica o sharía; siendo un foco permanente de radicalización del terror islamista. 

En fin, nos han declarado la guerra y en el Parlamento Europeo han puesto alambradas para defenderse ellos, pero dejando desprotegidas las calles de Europa.


Jorge Buxadé es vicepresidente primero de Vox, responsable nacional de la Acción Política y eurodiputado. Es vicepresidente del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).