¿Cómo que los barones del PP no estaban enterados de nada cuando anteayer cundió la noticia de la comparecencia en la tribuna del Congreso de Miguel Tellado, donde se dan las noticias de relieve de un partido? ¿Cómo que no estaban enterados pero "la asumían"? dice aquí al lado Cristina de la Hoz.

Eso no es un partido, es una jaula de grillos. Bien estuvo que no lo supieran todos pero sí al menos los más relevantes de entre ellos: el andaluz, la madrileña, el murciano, el gallego -que tiene unas elecciones en las que se lo juegan todo-.

No estuvo bien lo de anteayer ni estuvo bien lo de ayer, cuando Tellado tuvo que comparecer de nuevo para explicar que en España no se castiga a nadie por sus ideas

Pues resulta que no, que Miguel Tellado agarró unos folios salidos de no sé dónde y se plató ante el atril y lanzó una contrapropuesta a la ley de amnistía que le hubiera ardido el pelo si no fuera porque es imposible que se la apruebe la mayoría de la Cámara actual.

Las cosas no se hacen así, se piensa un poco y después se actúa. Porque tener en las manos de la defensa del Estado no es poca cosa y porque hay que aquilatar hasta el límite las posibilidades de que esa defensa salga en su día adelante, si es que para entonces queda algo de España.

Por eso no estuvo bien lo de anteayer ni estuvo bien lo de ayer, cuando Tellado tuvo que comparecer de nuevo para explicar que en España no se castiga a nadie por sus ideas sino por sus hechos si estos son delictivos.

La reforma del Código Penal para dar réplica a la Ley de Amnistía consiste en que "no se persigue a nadie por sus ideales, sin por su actos, si éstos son delictivos". Lo que se busca es, dice, "rearmar al Estado" ante una posible iniciativa "por parte de partidos independentista de quienes quieren llevar adelante procesos secesionistas o de independencia" tras haber desaparecido del delito de sedición de nuestro CP.

Con esta distinción, no se recupera el delito de sedición pero si se rearma al Estado que está totalmente indefenso en la actualidad y se insiste -podía haberse insistido hace dos días, pero eso lo que tienen las prisas- en que de ninguna manera, como nuestra Constitución no es militante, no se van a perseguir los partidos de izquierda ni de ultraizquierda.

Los populares distinguen muy bien entre ilegalización y disolución y subrayan que un partido puede ser disuelto por delitos de corrupción, odio, acoso sexual, trafico de órganos pero que ya no se menciona el golpe de Estado. Naturalmente, es lo que opinan los populares que se produjo en aquellos días de septiembre y octubre de 2017.

Claro, luego habrá un rasgarse las vestiduras cuando los independentistas catalanes, una vez conseguida la amnistía, vayan a por la Chochona de la feria, que será el referéndum de autodeterminación