El año 2023 comenzó con un panorama sombrío para Israel, tras el establecimiento del gobierno más derechista de su historia. Las expectativas de una escalada palestina-israelí, un retroceso democrático y una ralentización de las relaciones entre Israel y los árabes se han hecho realidad. El año 2024 también arranca con dificultades, ya que Israel sigue recuperándose del brutal atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre y se encuentra en plena guerra en Gaza.

Es probable que Israel experimente una transformación política interna

De cara al futuro, los escenarios son variados. La espiral descendente de los acontecimientos podría continuar, pero la nefasta realidad actual también crea nuevas oportunidades para un camino diferente, a nivel nacional, con los palestinos y a nivel regional. Cualquiera que sea el escenario que finalmente se materialice tendrá un impacto a largo plazo en el bienestar, la identidad nacional y las relaciones exteriores de Israel.

Los factores clave que marcarán el rumbo de Israel son el destino de la guerra de Gaza y sus consecuencias, una posible transformación política interna y la evolución de las relaciones con los países árabes. Los acontecimientos mundiales también desempeñarán un papel clave, especialmente en el período previo y posterior a las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre.

Es probable que la guerra en Gaza siga en su fase de combates de alta intensidad cuando comience 2024. Entre los objetivos de Israel está garantizar que Hamás no gobierne la Franja de Gaza y deje de suponer una amenaza para la seguridad, así como conseguir la liberación de los rehenes que mantiene en su poder.

Si Israel consigue alcanzar estos objetivos, probablemente comenzará una fase de transición. Los actores regionales e internacionales se esforzarán -en coordinación con Israel- por crear una modalidad que permita la administración y reconstrucción de la Franja de Gaza, la revitalización de la Autoridad Palestina y su regreso a Gaza. Si Israel no logra alcanzar sus objetivos principales, es probable que los combates continúen, aunque con distintos niveles de intensidad, en medio de la inestabilidad regional actual y el riesgo de una nueva escalada.

También es probable que Israel experimente una transformación política interna. La opinión pública ya estaba cambiando antes del 7 de octubre, con un creciente resentimiento hacia el gobierno de Netanyahu por sus intentos de reformar el poder judicial. Tras el 7 de octubre, la ira se intensificó y una gran mayoría de israelíes pide ahora la dimisión del primer ministro Benjamin Netanyahu.

La guerra ha desplazado la mentalidad israelí aún más hacia la derecha, al tiempo que ha creado un anhelo de un liderazgo más centrista y responsable

La guerra ha desplazado la mentalidad israelí aún más hacia la derecha, al tiempo que ha creado un anhelo de un liderazgo más centrista y responsable. Es probable que surjan nuevas configuraciones políticas y líderes, tanto a la izquierda como a la derecha. Los rivales políticos se encontrarán compartiendo los objetivos de derrocar a Netanyahu, contrarrestar a los partidos de extrema derecha y volver a encarrilar a Israel, creando nuevas oportunidades de cooperación y posiblemente dando lugar a alianzas inesperadas.

En el plano regional, la guerra de Gaza ha puesto de relieve hasta ahora la resistencia de las relaciones de Israel con los países árabes con los que ha firmado acuerdos de paz y normalización. En 2024, Israel deberá prestar especial atención a sus relaciones estratégicas con Egipto y Jordania, a la luz de las tensiones surgidas a raíz de la guerra de Gaza.

Israel intentará probablemente mejorar la cooperación con Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, continuar el avance gradual de los lazos con Arabia Saudí y comprometerse con Qatar en la mediación relacionada con los rehenes. En concreto, esperará ver una mayor participación emiratí y saudí en la configuración del futuro de Gaza y de los dirigentes palestinos, dados los estrechos vínculos de Qatar con Hamás.

Nimrod Goren es Senior Fellow de Asuntos Israelíes en el Middle East Institute. El texto fue publicado previamente en inglés en la página web del Middle East Institute.