Nos manifestamos porque la situación de sequía es insostenible y va a empeorar. Como indica un reciente informe de Greenpeace, casi 12 millones sufren algún tipo de restricción en el uso del agua. Denunciamos que ante algo así, en lugar de tomar medidas que vayan a la raíz del problema, se insta a la ciudadanía a tomar duchas de tres minutos. 

Queremos dejar claro que crisis sin precedentes como la que vivimos exigen medidas sin precedentes. Recalcamos que se trata de una crisis global. Los efectos de la crisis climática, como indica el último informe del IPCC (El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), se notan en todos los territorios del mundo. Por eso salimos a las calles el mismo día, no sólo en España, sino también en el resto del planeta. Abogamos por la puesta en marcha de planes de adaptación y mitigación reales basados en la ciencia que permitan a la población lidiar con la falta de uno de los principales recursos que sostienen la vida y cuya escasez deriva directamente de los efectos de la crisis climática.

Es importante recalcar que los hogares no son los grandes consumidores de agua. La responsabilidad es de las grandes industrias y corporaciones. Hacen falta cambios que tengan en cuenta a las personas que trabajan la tierra de cerca. Frente a la agroindustria, cambios que lleven a un modelo de agricultura compatible con la vida. Por eso, no nos extraña ver cómo se llenan las calles de agricultoras y agricultores, que pierden las cosechas y se sienten desamparados, sin una administración que ponga el acceso al agua y a la alimentación en el centro. En plena semana de la lucha campesina, con el Día Internacional del Campesinado el 17 de abril, recogemos el malestar del campo que no hace más que incrementarse ante la degradación del suelo y la escasez de agua. Nos plantamos ante esta situación y exigimos una transición ecológica justa, que no deje a nadie atrás.

Demandamos que las ciudades y los pueblos se adapten a la crisis climática, construyendo “ciudades habitables”, en las que haya espacios verdes y nos oponemos a la tala que ha habido en los últimos meses en diferentes ciudades del estado español. Reivindicamos medidas como el aislamiento de viviendas para todas las personas, que permitan pasar veranos cada vez más duros. Reclamamos además, que las ciudades sean para las personas que los habitan y criticamos a los cruceros contaminantes atracan en nuestras costas, por ejemplo, en Palma, consumiendo una media de 628.000 litros de agua por cada amarre. 

También recalcamos la importancia de la defensa de la biodiversidad. Se deben proteger zonas como Doñana, no podemos permitir que este ecosistema se seque, mientras el agua se dedica a cultivos de regadío poco adecuados. Debemos mejorar su conservación si queremos que tenga futuro.

Pedimos que se dediquen recursos a desarrollar planes de transición justa, en lugar de a subvencionar la industria fósil. En definitiva, reivindicamos que el agua debe llegar a todas las personas. Una vez más, salimos a las calles porque nuestra casa, se abrasa.

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Sergio Aires Machado, Martina Di Paula López, Sofía Fernández Álvarez, son activistas de Juventud X Clima. El movimiento ha convocado hoy 19 de abril, movilizaciones en todo el Estado español con el objetivo de denunciar la sequía que padecen muchos territorios y comunidades. Esta convocatoria viene enmarcada dentro del día de Acción Global por el Clima impulsado a nivel internacional por Fridays For Future, movimiento representado en España por Juventud X Clima.