El realismo mágico captura un país cuando lo extraordinario deja de causar sorpresa. Pudiera parecer que esa denominación tiene connotaciones positivas, pero es todo lo contrario, dado que la ausencia de normalidad suele derivar en la alteración del orden; y sin orden se debilitaría cualquier Estado. Fue hace unas semanas cuando el Gobierno anunció la designación de Antonio Hernando como secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales; y parece que no fueron muchos quienes se pararon a analizar la verdadera trascendencia de este nombramiento.

Las tertulias periodísticas -conformadas por quienes sólo aspiran a salir en la foto y a engordar su cuenta corriente- concluyeron que había sido designado por su buena sintonía con Óscar López, con quien ejerció de director adjunto del Gabinete del Presidente del Gobierno hasta el pasado junio y con quien formaba un buen equipo. Sobra decir que en este asunto hay más miga o pudiera haberla. El Partido Popular lo ha señalado recientemente a través de varias preguntas parlamentarias; que, en este caso, han apuntado en la buena dirección.

Vayamos por partes para contextualizar mejor los hechos. Hernando fue de los que defendió en su día la abstención en la investidura de Mariano Rajoy, en 2017, y de los que abandonó la primera línea socialista cuando ganó la facción que se opuso a esa decisión, o sea, la liderada por Pedro Sánchez. Un tiempo después, se incorporó a Acento, la consultora en la que se emplea Pepe Blanco, el cual, como se sabe, mantiene una sintonía inmejorable con Moncloa y con el propio Óscar López, amén de con José Luis Rodríguez Zapatero, que es la figura en la sombra con más presencia del Reino.

¿Lobby Hernando - Huawei?

Los populares han señalado en sus preguntas que Acento hizo lobby en favor de Huawei cuando se intentó frenar su expansión en la red de 5G europea; y han recordado que el propio Hernando trabajó para esa consultora.

Así lo exponen en los citados documentos: “Su designación llega en un contexto en el que la Unión Europea pide a España medidas más estrictas contra proveedores chinos” (…) ¿Cómo valora el Gobierno que el secretario de Estado (…) tuviese como cliente a Huawei en 2020 y 2021 antes de ser contratado en la Moncloa en noviembre de 2021; y fichado por el actual ministro Oscar López tras una etapa en la que se centró en que España no vetase a la mercantil china en sus infraestructuras de 5G, ni aplicase restricciones duras como pedía por esas fechas Estados Unidos?”.

Convendría ponerse en el lugar de los aliados estratégicos de España en Occidente y preguntarse acerca de la interpretación que realizan de este tipo de movimientos. No ya de boutades como las de Sumar y Podemos (“desde el río hasta el mar”), sino también sobre la figura de José Luis Rodríguez Zapatero con el 'sur global' en general y con Venezuela en particular; o sobre la extraña complicidad del PSOE con el régimen delincuencial del país caribeño.

La larga sombra china

Mención especial merece la postura heterodoxa de los socialistas con China, como se pudo demostrar hace unas semanas, cuando, en plena tensión entre la UE y el país asiático por el establecimiento de aranceles a los vehículos eléctricos, Pedro Sánchez apareció por allí para ofrecerse como mediador entre las partes y fue recibido por Xi Jinping.

Posteriormente, Moncloa alardeó de las “excelentes relaciones bilaterales” entre ambos países; y eso desde luego que no entraña nada negativo a priori, pero a lo mejor alguno de los aliados de España se preguntó por la oportunidad de ese comunicado en ese momento exacto. Quizás alguno podría haber llegado a interpretar que Sánchez quería contribuir a aliviar la tensión... o quizás que, dado que prefiere trascender a ser coherente, a lo mejor no es alguien muy de fiar.

El caso es que, unos días después de esa visita, Hernando fue anunciado como nuevo secretario de Estado de Telecomunicaciones y no creo que el embajador de China remitiera un informe muy negativo al respecto. Tampoco se llevarían un disgusto en Acento, donde verían que uno de sus antiguos miembros había alcanzado una posición con la que siempre aspiran a tener una comunicación fluida quienes, como los lobbistas, viven de su habilidad para pegar telefonazos.

En Huawei observarían a alguien conocido, al igual que les sucede al mirar cualquier imagen de José Luis Rodríguez Zapatero; o de la pareja del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, llamada Therese Jamaa, quien fue directiva de la telco china en España y, hace unos meses, colocada de consejera en Hispasat. Otra empresa sensible. Otra decisión extraña.

Mientras Alemania o Estados Unidos vetan la tecnología de Huawei por cuestiones geopolíticas evidentes, y mientras las grandes compañías europeas, incluidas Telefónica, se han comprometido a prescindir del apoyo tecnológico chino en los próximos años, el Ejecutivo toma decisiones que parecen caminar en el sentido opuesto. Es decir, contracorriente. En dirección a un territorio donde el capitalismo de Estado y el totalitarismo de siempre gobiernan sobre el libre comercio, la democracia y los derechos fundamentales.

China es como es, pese a su indiscutible potencia económica y militar; y pese a la cara renovada que vende al mundo

China es como es, pese a su indiscutible potencia económica y militar; y pese a la cara renovada que vende al mundo. En este contexto de 'guerra fría' y batalla comercial, Estados Unidos ha apelado a prestar suma atención a todas las maniobras que realiza en Occidente, ante la trascendencia que pudieran tener. El Ejecutivo español parece habérselo tomado un poco a la ligera en el terreno de las telecomunicaciones, un sector estratégico por el que, por cierto, circulan cada minuto varios millones de datos sensibles de sus ciudadanos.

En Huawei, no tengo duda de que saben lo que hacen, incluso cuando contrataron, en 2021, a Víctor de Aldama, como asesor en España, a través de su empresa Deluxe Fortune S.L., que no sólo aparece en el sumario del 'caso Koldo', sino también en los más recientes informes de la UCO. Quizás esta interconexión demuestre más sobre esta trama, en particular, y sobre el mundo actual, en general, de lo que pudiera parecer a priori.

La mayoría de los medios no han abundado mucho en estos hechos, pese a su relevancia. Tampoco se les puede pedir más. De hecho, hay algún grupo -ya saben- que abandera estos días la lucha contra el fango y la desinformación, en comunión con el Ejecutivo, pero en cuyas páginas se publica de vez en cuando el suplemento China Daily, que es pura propaganda del PCCh. Los responsables de sus medios denuncian lo que sucede en otras plazas y hablan de genocidios, pero parece que en el caso de los uigures no se pronuncian... por la pasta, claro. China provoca comportamientos muy extraños a todos los niveles.